En el mundo, cada 20 segundos se amputa una extremidad y en la mayoría de casos esto se debe a la diabetes, enfermedad crónica y silenciosa que se caracteriza por el exceso de azúcar en la sangre y actualmente afecta al 8% de la población peruana.
En esa línea, Yudith Quispe presidenta de Alianza para el Salvataje del Pie Diabético en el Perú , presentará su primer libro llamado “¿Cómo salvé mi pie?, la historia jamás contada sobre el pie diabético”, donde incluye la historia de cuatro personajes de la vida real, que por desconocimiento o por falta de información de su médico contribuyeron a un control inadecuado de la enfermedad.
“El pie diabético es una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes. Afecta al 25% de los pacientes y puede iniciarse con un callo o con una pequeña herida en el pie que no cicatriza. Este problema tiene tres componentes, uno su sistema inmunológico que lo tiene disminuido, contribuyendo que la infección pueda progresar, la disminución del flujo sanguíneo , ocasionando que la lesión no pueda cerrar y la pérdida de la sensibilidad”, explica la especialista.
CAMINAR CON ZAPATOS
De acuerdo con la Dra. Yudith Quispe, el paciente diabético nunca debe caminar descalzo, tener cuidado con el corte de uñas con un personal calificado, revisarse los pies diariamente, lavarse los pies con agua fría o tibia, hidratarlos diariamente con vaselina, no exponerlos fuete de calor. Evite aplicarse alcohol, agua oxigenada o lo que le dice el vecino.
“En la mayoría de casos, esta complicación se presenta porque los pacientes no cumplen con el tratamiento médico, ya que, al mantener niveles altos de glucosa en la sangre, se dañan los nervios encargados de la sensibilidad al dolor en las piernas.
La experta agregó que es importante usar un calzado adecuado. “Se recomienda usar un zapato un centímetro y medio más grande que el dedo más largo del pie, con la punta redonda y, en el caso de las mujeres, el tacón no debe exceder los cuatro centímetros para no ejercer mucha presión en el antepié”, indicó.
CONTROLE SU GLUCOSA
“En la mayoría de casos, esta complicación se presenta porque los pacientes no cumplen con el tratamiento médico, ya que, al mantener niveles altos de glucosa en la sangre, se dañan los nervios encargados de la sensibilidad al dolor en las piernas.
No obstante, sostuvo que esta alteración se puede prevenir con el autocuidado. “Los pacientes deben mantener sus niveles de glucosa controlados, pero también es muy importante que cuiden sus pies, sacándose las medias todos los días para revisarse y buscar posibles lesiones”, indicó.