Conforme pasan los años, la piel de nuestros abuelitos se vuelve cada vez más delgada y delicada. Esto los hace más vulnerables a algunas lesiones y menos resistentes a los golpes y traumas. Además de estar más propensos al dolor. Si tiene a un ancianito en casa, siga estos consejos de la doctora Gloria Caycho, obstetra especializada en geriatría, para cuidar su piel y ayudarlo a prevenir estos problemas.
Una de las principales razones por las que la piel pierde su textura y consistencia, es por la falta de hidratación. Auméntele el consumo de líquidos o alimentos hidratantes (pepinos, sandías, entre otros) o aplíquele cremas humectantes que revitalicen la piel.
Procure que use jabones sin olor. Mejor los de pH neutro, ya que evitan que se retire en exceso la grasa de la piel que ayuda a protegerla. Es aconsejable bañarlo con agua tibia.
Este ingrediente es de suma importancia para la piel del adulto mayor, porque ayuda a remover los residuos e impurezas de la piel, facilitando su limpieza y dejándola suave y fresca sin afectar su nivel de grasa.
Es un elemento fundamental para que la piel pueda reconstruir la barrera protectora y la aísle de secreciones. Busque este ingrediente en cremas hidratantes.
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