¿Has escuchado la frase ‘eres lo que comes’? Pues tiene mucha verdad. Diversos estudios médicos han demostrado el impacto que tiene la alimentación dentro del desarrollo humano, siendo los más destacados las vitaminas y minerales, gracias a su impacto en el cuidado de los huesos y dientes. Desde bebés hasta la adultez, los alimentos cumplen un factor decisivo en la creación de nutrientes de acuerdo con las necesidades de cada uno. Debemos aprender a cuidar nuestro cuerpo de dentro hacia afuera, ya que es la única forma de garantizar bienestar pleno.
Sylvia Rodriguez, nutricionista de Magnesol comparte los beneficios que proporciona al organismo estos nutrientes en la alimentación:
Las uñas son un reflejo del estado de salud de una persona, por eso si tienes uñas quebradizas posiblemente estes presentando un déficit de zinc. Por ello, se recomienta agregar a tu dieta alimentos que contengan este componente, tales como: semillas de calabaza, salvado de trigo o cacahuate; también se puede optar por un suplemento de zinc.
El magnesio, como mineral, es importante para mantener los huesos sanos. Las personas que presentan una mayor ingesta de magnesio cuentan con una gran densidad ósea, lo que es importante para reducir fracturas y riesgo de osteporosis. Puedes encontrar este mineral en el plátano, palta o frejoles.
Una de las propiedades que se le atribuye a la zanahoria, no solo es su alto contenido de vitamina E, sino que previene las caries, ya que favorece la circulación en las encías y es capaz de limpiar los restos de otras comidas.
Encargado de fortalecer los músculos y articulaciones, gracias a su aporte de vitamina C y B es el responsable de proporcionar no solo la energía y crecimiento de los músculos, sino que es un aliado para evitar problemas en estas partes del cuerpo. Se puede consumir en frutas como la manzana roja o verde, preferentemente con cáscara.
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