Ya sea por cuestiones labores y emocionales, muchas personas dicen comer por ansiedad. Ingieren lo primero que tienen a la mano y estos alimentos casi siempre son poco saludables. Para controlar las emociones, con relación a la comida, el nutriólogo Gerardo Bouroncle da unas sugerencias.
1. Respeta los horarios de las comidas. No te saltes el desayuno o almuerzo, e incorpora de a pocos alimentos sanos. Puedes reemplazar las galletas de la tarde por una manzana.
2. Evalúa de dónde viene el hambre. Antes de tirarte encima de la comida, identifica si el apetito es provocado por tu mente, en medio de una situación de estrés, o realmente por tu organismo.
3. Combate el apetito. Si en verdad tienes hambre, mira el reloj y verifica a qué hora fue tu última comida. Si pasaron muchas horas, no optes por un chocolate sino por una fruta o cereal.
4. Cultiva un pasatiempo o haz ejercicios. Pondrás a trabajar tu mente. Además, es una buena forma de distraerte, relajarte y evitar que aparezca la ansiedad.
5. Atiende la ansiedad. Si deseas que la sensación de hambre se reduzca, Bouroncle sostiene que los alimentos ricos en complejo B, ácido fólico y potasio, como el yogur, las almendras, las naranjas, el pescado y la avena mitigan la ansiedad y te hacen sentir bien contigo misma.
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