Hacer ejercicio de manera regular mejora la salud integral de los órganos. Aumenta el nivel de energía, ayuda a mejorar el estado de ánimo, a dormir mejor, a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de muchas enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras.
Pero así como nos sobran motivos para practicar algún deporte, también son muchas las excusas que sabotean nuestras buenas intenciones.
Aquí una lista de los pretextos más comunes para no entrenar y cómo superarlos, según la coach de personas y organizaciones Jeni Mumford:
No tengo tiempo. Pregúntate qué puedes dejar de hacer tres veces a la semana por periodos de 30 minutos durante un tiempo libre. Por ejemplo: ver televisión, o acostarte tarde, de manera que puedas poner el despertador más temprano.
Me aburre. Piensa qué ejercicio te parece divertido. De pronto, bailar, saltar soga, boxear u otros. La clave es encontrar algo que te guste.
Los gimnasios son costosos. Organiza un gimnasio doméstico para motivarte. Dos pesitas, una cuerda… empieza por allí.
Ya estoy grande para eso, me siento ridículo. Di para ti mismo: ‘Nadie me está mirando y no pueden saber cómo me siento’.
Me siento culpable al dedicarme tiempo a mí mismo. Piensa: ‘Cuando estoy en condición física puedo ofrecer lo mejor a las personas que amo’. ¿No es cierto?
‘El mes que viene empiezo’, ‘no me gusta ir solo’, ‘no me hace falta’, ‘tengo una lesión’, ‘hace frío’, ‘no veo resultados’.
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