Algunos padres de familia vuelcan su frustración, indignación y rabia en sus hijos. ¿Cómo? A través de palabras que, tal vez, hemos escuchado en nuestra infancia. “A veces, sin darse cuenta, papá o mamá mencionan frases ‘inofensivas’ que dañan la autoestima de los chicos y, no solo eso, no les permiten desarrollarse saludablemente, llevando esas ‘heridas’ a sus demás etapas de vida. Incluso, repiten esa actitud con sus propios hijos”, advierte el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.
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Algunas de las frases más comunes son:
➜ ‘Nada puedes hacer, ¡yo lo hago!’
➜ ‘Ya ves, es tu culpa’
➜ ‘Porque lo digo yo’
➜ ‘¡Te dije que te calles!’
➜ ‘Siempre me avergüenzas’
➜'Aprende, debes ser como tu hermano’
➜ ‘Eres un desastre’
➜'Me tienes harta’
➜ ‘¡No llores! Acaso no eres hombre’
➜ ‘Eres un niño malo’
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➜ Antes de decir estas palabras, piénselo bien. Si están ofuscados, es mejor retirarse y hablar con sus hijos cuando estén más tranquilos.
➜ Si sus padres les dijeron alguna de esas frases, recuerden cómo se sintieron en ese momento. Esto ayudará a que se detengan.
➜ Hay que educar y poner límites a los chicos siempre con respeto, firmeza y cariño.
La frase ‘mejor no hubieras nacido’ es la peor de todas. Recuerda que tu niño es el mayor regalo que te dio la vida, jamás digas que estarías mejor sin él.
Los padres son los primeros educadores, por tanto, ellos serán los modelos a seguir de sus hijos. Si no eres paciente, tu niño pensará que así debe ser y te copiará.
Padres e hijos. Los niños no nacen con paciencia, esta actitud la van desarrollando conforme van creciendo, por eso es importante que los padres sepan guiarlos y los ayuden a controlar mejor sus emociones.
Si no sabes cómo hacer que tu niño aprenda a ser paciente, la psicóloga y psicoterapeuta Judith Tipismana Huamán te da los siguientes consejos:
Los padres son los primeros educadores, por tanto, ellos serán los modelos a seguir de sus hijos. Si no eres paciente, tu niño pensará que así debe ser y te copiará. Controla tus impulsos y muéstrale a tu hijo la importancia de saber esperar.
Los niños no aprenden si les dices: ‘Ten paciencia’ o ‘espera’. No saben realmente qué significa eso, es mejor enseñarles con ciertos recursos didácticos como: juegos por turnos, cantando una canción o contándole un cuento sobre la paciencia.
Ponte en los zapatos de tu niño, a su edad también es posible que no hayas tenido paciencia. Escucha lo que quiere pedirte y hazle caso. Sin en ese momento estás haciendo alguna actividad, dile que luego lo atenderás y cúmplelo.
Cuando tenga paciencia dile frases como: ‘Bravo, ya ves que puedes ser paciente’, ‘dijiste que no podías esperar y mira, lo hiciste’. Esto lo alentará y sabrá que la paciencia es una buena actitud. Olvídate de los premios materiales, no funcionan.
Los padres, al buscar el bienestar de sus hijos, son los primeros que promocionan y fomentan la impaciencia, dándoles lo que quieren para que no sufran.
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