El repentino fallecimiento del empresario salsero Carlos Gonzales Carrillo trajo a la memoria de muchos los mejores años de la salsoteca ‘Tumbao VIP’, en Miraflores, donde en su época de mayor apogeo podías ver cada fin de semana a los más rankeados futbolistas, mezclados con diversos personajes de la farándula, especialmente, por supuesto, a las chicas más deseadas de ‘Chollywood’, quienes semana a semana se convertían en ‘caseritos’ de los famosos ‘ampays’ de Magaly Medina.
A comienzos de la década del 2000, la discoteca abrió sus puertas en la cuadra 3 de la calle Bellavista y poco a poco fue ganándose un lugar de preferencia en la noche limeña, gracias a las presentaciones de diversas orquestas, especialmente las de música cubana, las cuales Carlos Gonzales había comenzado a traer al Perú, poniéndolas de moda, como la ‘Charanga Habanera’ o ‘Los Van Van’.
Entre aquellos artistas que trajo estaba también la cantante cubana Vernis Hernández, a la que conoció en uno de sus viajes a Cuba y con la que tuvo una larga relación que dio como fruto un hijo.
“Me acuerdo que recién comenzaban a salir los ‘ampays’ de Magaly, entonces grababan a la gente y la gente iba solo para que la graben , incluso me decían dónde me pongo para que me graben”, recordó el propio empresario para un reportaje de ‘Día D’ hace algunos años, ya cuando había caído en la adicción por las drogas, que lo haría perder todo.
Ni el propio Carlos Gonzales se salvó de esos ‘ampays, pues en 2009 las cámaras lo grabaron besándose en su propia salsoteca con la entonces bailarina Cindy Marino.
En su mejor momento, el dinero parecía multiplicarse y el empresario vivía una vida llena de lujos, paseando en un Ferrari por París, saliendo con bellas mujeres o asistiendo a eventos en los que se codeaba con megaestrellas internacionales como Jennifer López.
Incluso abrió locales en otras zonas, como el también recordado ‘Tumbao Sur’, en Punta Hermosa.
La época de apogeo del ‘Tumbao VIP’ duró entre 2007 y 2013, cuando el empresario comenzó a dejar de pagar por el alquiler del local de 400 metros cuadrados, en pleno corazón de Miraflores, a la dueña Armida Testino, prima del famoso fotógrafo peruano Mario Testino.
Gonzales dejó incluso de pagar los arbitrios, por lo que empezó una larga batalla con la Municipalidad, que cerró la discoteca en 2017, hasta que finalmente ese año fue desalojado, justo cuando empezaba la etapa más oscura de su problema con las drogas.
“Se me daba la locura por romper las cosas. Me sentía frustrado”, reveló en su momento.
Carlos Gonzales vivió un bochornoso episodio policial luego que se descontrolara y causara destrozos en un hotel de Miraflores, a solo tres casas de su salsoteca. Fuera de sí, semidesnudo y cargando un sable japonés ingresó al recinto y comenzó a dañar el inmueble.
El escándalo ocurrió en octubre del 2017 cuando vecinos miraflorinos vieron al empresario en el techo del Tumbao sin polo y descontrolado. Él habría hecho saltos, pasando por varias casas hasta llegar al hotel.
Las cámaras del hospedaje captaron el momento exacto en que Carlos Gonzales ingresa al edificio y comienza a destruir el colchón que se encontraba en una habitación. Tras ello, se retiró, volvió a la discoteca y fue ahí cuando fue detenido por la Policía.
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