Shirley Cherres se confesó con Trome en exclusiva para nuestro nuevo podcast ‘Café con la Chevez’ y relató los momentos de terror y desesperación que vivió cuando su expareja, José Manuel Pando García, la secuestro hace algunos años.
“Me pegó, me maltrató, todas las noches me despertaba y me ponía el cuchillo en el cuello”, relató la rubia recordando entre lágrimas al recordar esta difícil situación que le tocó vivir.
En ese sentido, indicó que todavía sigue asistiendo a terapia psicológica para lidiar con la depresión y con los ataques de pánico, los mismos que le fueron generados por su encierro.
Shirley Cherres también reveló que estuvo a punto de quitarse la vida durante su secuestro. “Yo sentía que él no me iba dejar viva. Fue un día que yo me levanté con el cuchillo en el cuello, era la de todos los días, ya me había cansado, pensé que ya me iba morir, que no me iba dejar en paz. Me paré en el balcón y saqué medio cuerpo, pero yo grité y todo, él tenía mi celular, mi cartera, todo, yo gritaba, la gente me miraba pero nadie se metía porque creían que eran peleas domésticas”, contó para Trome.
La rubia confesó que en ese momento, prefirió matarse, pero su hermana la frenó. “Estuve a punto de lanzarme, me vio tan segura que llamó a mi hermana y ahí fue que la pone en altavoz y mi hermana grita ‘Shirley no, no vale la pena’. Escuché la voz de mi hermana y regreso en sí, dije ‘qué estoy haciendo’”, relató.
Además, Shirley Cherres contó que su expareja la golpeaba constantemente durante su secuestro y en una oportunidad, casi le revienta la cabeza cuando estaba en la ducha.
Finalmente, Shirley Cherres comentó que cuando fue rescatada, la Policía no la acompañó, sino que se quedó con su agresor, por lo que lamenta la inacción de las autoridades en torno al tema de violencia contra la mujer.
“Tú vas a la comisaría y no te hacen caso. Yo ese día me fui golpeada porque él me golpeó antes que mi hermana suba con la Policía, el policía se quedó con él, no conmigo, imagínate, siendo personaje público, como será con una persona común y corriente. Es horrible, es terrible, es hora que no solo se hable, sino que se cambien las leyes”, indicó.
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