‘Date una vuelta, mueve caderas, baila hasta abajo. Manos al cielo, ojos caramelo, baila saltando. Esa pollerita te queda tan bonita. Warmisitay, dime a quién vas a enamorar”, entonando esta exitosa canción nos recibió la carismática y talentosa Milena Warthon en su casa para contarnos más sobre su vida artística, la evolución de su concepto de pop andino, cómo maneja a los haters (personas que en cualquier comunidad online emiten comentarios negativos) y sus proyectos. Esta jovencita de 23 años, ganadora de una gaviota de plata en el Festival de Viña del Mar 2023, ahora está trabajando duro para mostrar un gran espectáculo en su próximo concierto que se realizará el 23 de diciembre en el anfiteatro del Parque de la Exposición.
Empezaste muy chiquita en el mundo del canto, ahora tienes 23 años, ¿cómo sientes que tu talento ha evolucionado?
Sin duda he evolucionado bastante en estos años, tanto en el ámbito personal como de artista. Cada año estoy consolidando mis ideas y aprendiendo más del negocio porque al final este es mi estilo de vida. Ahora mi mayor objetivo es encontrar ese equilibrio para poder vivir de lo que más amo: la música.
TikTok te ha ayudado a visibilizarte más y mostrar tu talento.
Sí, las redes sociales en general han sido las plataformas para mostrar mis proyectos, mi persona y mi carisma. Siempre voy a estar agradecida por las oportunidades que se han abierto gracias a ellas. Me enorgullezco de decir que soy tiktoker, es parte de mi carrera y de mi lenguaje porque soy comunicadora.
Al inicio tú misma grababas y editabas tus videos.
En pandemia lo hacía sola, escribía mis guiones, ponía mi trípode y mi camarita, y a grabar. Me demoraba como dos horas grabando, tres editando y una arreglándome para salir ante la cámara, eran como seis horas de trabajo para que solo mostrara un minuto en TikTok (risas). Era un chambón, pero chévere porque me he ‘sacado la michi’ para llegar donde estoy ahorita.
¿Tu corazón está tranquilo, acompañado?
Está tranquilo y enfocado en mi música. Cada cosa llega a su tiempo, yo soy fiel a ese concepto.
El concepto del pop andino, ¿qué es para ti?
El pop andino es una manera de expresar mi identidad, el tema cultural es clave en mi proyecto, pero también el empoderamiento femenino. Mi primer disco que lleva el nombre ‘Pop andino’ resume esta primera etapa de descubrimiento en mi carrera artística. Es un disco en el que cuento mi historia, todo lo que he tenido que pasar para crecer y mis dudas como hija de migrantes que vive en Lima.
¿Con tu música tratas de recuperar tus raíces?
Yo soy una chica que no nació en la cuna de los andes, más bien yo regreso a mis raíces gracias a la música. Mi familia ha sido mi principal referente porque ellos han traído esa cultura a la casa y estoy agradecida por eso.
¿Qué significa ‘Agua de mar’ para ti?
Es mi primera canción propia y es el punto de confianza que necesitaba en la vida. Mis covers tenían un sonido más tradicional del que presento ahora con mis temas propios. El proyecto de pop andino ha madurado muchísimo, ahora me visto chévere, con trajes espectaculares. He trabajado mucho en el aspecto estético y sonoro. Estoy contenta que a la gente le haya gustado mi concepto.
Así como hay mucha gente que te quiere, también están los haters (personas que en cualquier comunidad online emiten comentarios negativos), ¿cómo manejas ese tema?
Simplemente no les hago caso. Sin duda, siempre habrá comentarios que nos afecten más que otros, pero hay que aprender a filtrar. Esto depende de uno, no podemos controlar lo que otros dicen, pero sí podemos trabajar en nuestra seguridad y amor propio para saber qué cosas tomar en cuenta y qué no. Hay que saber identificar un mensaje constructivo, una oportunidad de mejora. Además, me di cuenta que un hater solo quiere descargar sus frustraciones personales y su inseguridad en la cuenta de alguien más.
En algún momento estos comentarios negativos te hicieron pensar, ‘ya no quiero seguir en el mundo artístico’.
Yo tuve dos momentos heavys (fuertes o pesados) en mi vida: el primero fue cuando salí de La Voz Perú (concurso de canto). Hubo mucho hater hacia mí. Recuerdo que un señor hizo un video en YouTube explicando por qué yo no sabía cantar, hizo como tres videos. Fue horrible para mí porque hasta el momento no me imaginaba que alguien pueda ser tan malo, que quiera hacerme daño sin conocerme. Eso me trajo muchas inseguridades de mí misma y de mi talento. Encima en ese momento muchos decían: ‘esa gente que se dedica a las redes (sociales) que se busquen un trabajo de verdad.
Te restaban mérito por ser tiktoker.
Claro, decían que estaba en el programa solo porque tenía TikTok. Pero la verdad es que las redes sociales eran ventanas para que muestres tu talento, tu arte. Al final salí del programa pensando que no sabía cantar, tenía miedo, ansiedad e inseguridad, sentí que todo el mundo me juzgaba y observaba. Pero fue cuestión de tiempo sanar esas heridas, ahora puedo tener algunas medio abiertas, pero ya es cuestión de uno seguir adelante y con más fuerza.
Y el otro momento fuerte...
Fue después de Viña (del Mar) porque siento que la gente le quitó mérito a mi trabajo. Hay personas que están cegadas, que piensan que una persona andina no puede estudiar ni tener estabilidad económica. Me decían que yo no era andina porque tenía una casa y que era falsa porque estudié, según ellos, en un colegio exclusivo y en una universidad particular. La gente se araña por eso.
Hay un estereotipo andino muy marcado.
Yo no quiero seguir nutriendo ese estereotipo, yo muestro mi realidad. Ahí te das cuenta que muchos piensan que una persona andina es pobre, que no puede acceder al estudio. Soy andina porque mis padres y mis abuelos lo son, ellos han migrado a Lima como es la historia de tantos miles de peruanos. Fue frustrante para mí que la gente viva cegada, me fastidié mucho porque me cuestioné si estaba haciendo las cosas bien. Me fastidiaban porque tenía mi marca de ropa, me decían por qué hacía un concierto si la gente estaba protestando. Yo tenía que trabajar y con esto pago mis gastos básicos y los de mi familia. Además, yo necesito trabajar para seguir haciendo mi música.
Ahora has comprendido que eso no debe afectarte.
Sí porque no necesito la aprobación de la gente renegada. En su momento no lo entendí, ahora sí. Todo esto me ayudó a madurar, y no sé si más adelante vendrán más momentos como estos, no sé qué más se inventarán sobre mí, pero sé que estaré cada vez más preparada para afrontarlos.
¿Cómo te sientes tras tu participación en Viña?
Viña del Mar ha sido la ventana más grande en mi carrera, el pico más alto que he tenido hasta el momento. Este festival ha permitido que más personas me conozcan, no solo de otros países, también de aquí mismo. Este premio también fue una cachetada para aquellos que me criticaban tanto. Ganar en Viña me dio tranquilidad porque sentí que no le debía demostrar a nadie que cantaba o que mi proyecto es bueno. Siempre es así el peruano, cuando alguien más de afuera te aprueba, ya se calma (risas). Sentí un momento paz, con mi gaviota en mi mano nadie podía hacerme daño. Obviamente es una ilusión que se cae rápido, pero es chévere igual. Ahorita estoy con las ganas de superar ese reto porque a mí me falta mucho camino por recorrer, seguramente muchos premios por ganar y muchos festivales para representar al Perú. Tengo que trabajar el doble para seguir.
Para ti, ¿quiénes podrían representar al Perú en Viña del Mar 2024?
Hay muchos artistas que pueden ir, en nuestro país hay demasiado talento. Si hablamos de mi misma línea, puede ser Lenin, Renata (Flores), Daniela Prado, Rubí Palomino. Pero hay que muchos exponentes en otros géneros, lo importante es que postulen para que puedan participar.
¿En qué otro evento internacional te gustaría estar?
En los Grammy Latinos, pero para eso tengo que trabajar mucho. Las cosas llegan cuando tienen que llegar porque postulé a Viña en 2018 pero no quedé. Al final Viña llegó a mí después de la pandemia. Vi el anunció y postulé pensando que ahora tal vez sí era para mí y lo fue. Si uno sigue trabajando, las cosas llegan por sí solas.
Hubo muchos comentarios cuando cantaste el Himno Nacional en un partido de la selección y no te enfocaron con las cámaras, ¿cómo lo tomaste?
Me reí, la gente piensa que me molesté, incluso mis haters me comentan eso hasta ahora. Obviamente, fue una sorpresa, pero no me resentí o me puse a llorar. Uno tiene que aprender a reclamar y no está mal. Yo estuve en todo mi derecho de decir qué fue, porque esperaba lo mismo que en los anteriores partidos. Cuando me dijeron: ‘oye Milena irás a cantar al estadio (Nacional), busqué referencias y encontré a Daniela Darcourt y Eva Ayllón y pensé que sería similar. Lo hice para armar mi estrategia y llegar a la gente. Si yo sabía que no me iban a enfocar nunca no lo hubiera puesto en alta voz ni decir mírenme (risas). Vi comentarios diciendo que todos van a ver partido y está bien. Yo me quejé porque mi expectativa era una y al final se dio otra cosa.
Pese a todo fue una bonita experiencia para ti.
Para mí fue único cantar el Himno Nacional a todo pulmón, en el Estadio Nacional. Fue un momento chévere y una experiencia que guardaré en mi corazón, me dio ganas de llorar de la emoción. Fue alucinante ver cómo se unió un país por este evento, espero que no solo se una así para el fútbol, sino también para tantas causas buenas que hay. Obviamente también fui porque todo el Perú iba a verme y todo Brasil ja, ja, ja. Fácil y por ahí alguien me busca, es una ventana para mostrarte.
Muchos pensaron que te lo tomaste a pecho y que hiciste un escándalo en tus redes sociales.
Ya lo puse a modo de chiste en mis redes sociales, era más contar la anécdota porque nadie me vio. Yo me enteré porque la gente comentó que no vieron ni escucharon, seguro fue una orden, tal vez no fue malintencionada, pero la gente se arañó por eso, era obvio que me iba a sorprender. No me sentí mal, lo tomé por el lado cómico y aproveché que la gente es ‘fosforito’ para hacer un video contando esa experiencia, al final ese video tiene como 5 millones de vistas y todo bien (risas).
¿Cuáles son tus proyectos?
Ahorita estoy componiendo y produciendo, ya me pica la mano de hacer algo nuevo (risas). El primer disco me demoré cuatro años para poder consolidarlo, tal vez este me demoré menos. Además, necesito buscar qué le quiero decir a la gente, puede ser el mismo concepto, igual siempre llevará la esencia de Milena. Mi perspectiva sigue siendo la misma, sigo en la etapa del empoderamiento porque es parte de mi personalidad. Estoy haciendo nueva música que la escucharán muy pronto.
Se viene tu concierto…
Si, estoy muy emocionada por eso y trabajando duro para que mostrar un gran espectáculo. Los invito a mi concierto este 23 de diciembre en el anfiteatro del Parque de las Exposición, estaré en el escenario con grandes invitados y muchas sorpresas. Será un show único, ¡no se lo pueden perder!
Se hizo un escándalo por repartir volantes en Miraflores.
La gente se interesó mucho por mi iniciativa de ir a repartir volantes, y por la aparición del serenazgo. Se creó algo de controversia, pero no fue nada malo ni negativo. Lo que menos quiero es generar un conflicto. El señor hizo su trabajo, tampoco puedo decir que ha sido irrespetuoso. Mi objetivo solo era repartir volantes y generar intriga para el concierto.
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