Más conocida como ‘Chola Puca’, Susan Cristán es una guerrera con todas sus letras. La conocimos en el programa ‘Combate’ y desde ahí no ha parado hasta robarse el corazón de todos los peruanos. Ha tropezado, ha caído, ha creído verse derrotada, pero Susán siempre se levanta con la frente en alto y buen humor. No podía ser de otra manera. La chispa sale por sus poros.
A punta de lágrimas empezó a ver el vaso medio lleno de la vida. Y ahora no hay imposibles para la comediante. Nos recibe fiel a su estilo, con bromas y una sonrisa de oreja a oreja. En esta entrevista nos cuenta cómo le ha cambiado la vida el 2023 y qué sueños viene tejiendo para este 2024. Además, se animó a responder un divertido ping pong. Que se abra el telón, llegó nuestra querida ‘Chola Puca’.
Susan, ¿cómo nace el personaje de la Chola Puca?
La Chola Puca nace aproximadamente en el 2007 o 2008 en un concurso de Janet Barboza, en su programa del canal 5, y luego el señor Manolo Rojas me lleva a su circo donde hago el personaje de la Puca y Garu. Empecé a trabajar en el circo y en el 2009 ingresó a ‘Por amor al Perú' en el canal 7, y en el 2010 voy a ‘Risas y salsa: nueva generación’. Y así empezó el tema del personaje de la Chola Puca. En el 2012 doy el salto con el programa ‘Combate’.
¿En qué momento decides dejar Ayacucho y venir a Lima?
Bueno, en Ayacucho estuve estudiando Enfermería, una carrera que francamente no me gustaba, no me llamaba la atención. Siempre quise salir de mi tierra porque creía que en Lima las cosas eran diferentes, veíamos a lima como otro mundo, otro país, pensábamos que todos hablaban inglés. Y luego cuando conocí lima a los 12 años tuve que sacarme todo eso a la fuerza. Me di cuenta que no era nada como yo pensaba, simplemente era la capital del Perú.
Llegas a lima a los 12 años...
Llegamos con mi mamá y mi papá. Para ese entonces yo creía que todos hablaban inglés porque tenía muchos familiares y vecinas que regresaban de Lima rubias y bien a la moda. Y eso normalmente no se veía en Ayacucho.
¿Sufriste discriminación?
Sí, claro. La discriminación y el racismo están en todos lados, en el trabajo, en tu casa, en el día a día. Creo que es algo que nunca va a desaparecer, solo está en cómo lo manejas, cómo te sientes identificada y qué valor te das tú.
¿Recuerdas algunos comentarios?
Yo trabajaba en el programa ‘Por amor al Perú' y un compañero que también tenía rasgos andinos me ‘choleaba’. Yo lo miraba y decía para mí ‘ni que tú fueras pituco para que estés diciéndome esas cosas’. Recuerdo que yo llegaba al programa y decía ‘Uy ya está oliendo a queso’, ‘Uy ya está oliendo a sierra’.
¿En algún momento te arrepentiste de llegar a lima y quisiste regresar?
Sí, porque pasé muchas cosas feas. A veces cuesta recordar.
¿Cómo cuáles?
Dormir en la calle, no tener un plato de comida, no saber donde dormirás en la noche, no tener ropa, tener miedo de volver a tu tierra sin nada, sin cumplir la promesa que hiciste al partir. Decía ‘Creo que es mejor irme a la segura que estar pasando todo esto’. Son situaciones que uno pasa y que al final... (se quiebra) después de la tormenta llega la calma.
Efectivamente, como la canción...
Realmente sí porque vives situaciones donde te preguntas muchas cosas, y aprendes que no debes preguntarte por qué sino para qué. ¿Qué quiere Dios para ti?, ¿qué te tiene preparado?
Pero jamás tiraste la toalla...
Aunque no lo creas sí estuve a punto. Lloraba, maldecía, decía por qué a mí. Pero como te digo mi manager fue mi soporte, le agradezco muchísimo con el corazón, estuvo conmigo en las buenas, malas y requetemalas. Él me levantó, me decía que salga adelante, ‘en algún momento verás la luz, verás el fruto de lo que estás sembrando hoy por hoy’.
Mencionaste que hasta has dormido en la calle o no tenías donde dormir...
Yo alquilaba un cuarto en una casa pensión y un día la señora me dice ‘tienes que limpiar la casa’ y yo le digo ‘perdón, pero yo alquilo un cuarto, pago por ese cuarto’, discutimos un poco y le digo ‘señora, mas bien, por favor deme la plata que le pedí que guardará' porque yo le pedía que por favor me guardé mis ahorritos de lo que ganaba en ese entonces, sería aproximadamente mil soles, y ella me dijo ‘cuál dinero, si eran billetes falsos, me estás faltando el respeto’. Llegó su esposo y me botaron de la casa.
Se quedaron con tu dinero y querían que te vayas...
El señor era policía y me decía ‘si no te vas, voy a acusarte de robo porque soy policía’. No tenía a dónde ir, en el bolsillo solo tenía 10 soles, algo así. En ese momento lo que más me dolía eran las fotos que había dejado en el cuarto. Recuerdo claramente que esa noche le hice compañía a una señora en la avenida Rosa Toro vendiendo golosinas, me fui al puente de la Vía Expresa y decía ‘Me lanzo y acá se soluciona y acaba todo’. Fue un momento muy fuerte.
¿A los cuántos años fue esto?
18 años aprox. Era una inexperta en todo, muy inocente. Esa etapa de mi vida fue muy dura, muy fuerte, no tenía ni que comer. Hasta me ofrecieron pasar un cargamento, miles de cosas que pasan en ese momento y dices no. Recuerdo claramente estar en el puente y decir ‘Aquí acabo con toda mi vida y listo, ya nada importa’. Pasaron los años, fui a esa casa a pagarle lo que según ellos yo debía de la pensión y pude recuperar mis fotos.
Retrocedamos al momento del puente donde estabas a punto de tomar esta decisión tan drástica... ¿qué te frenó?
Fue algo muy gracioso. Mira, yo siempre decía que mi primer carro fruto de tanto trabajo sería de color rojo, y en ese momento donde estaba en el puente, vi un carro color rojo. Era como para recordarme que todavía había algo más, que no podía rendirme. Luego veía que mucha gente pasaba por ahí, algunas mamitas vendían golosinas y escuché la historia de una de ellas y yo decía ‘Wao, no sé si soy afortunada o no, pero hasta para morir hay que tener plata’. Seguramente me voy a morir y luego mi mamá va a estar renegando porque hay que gastar para llevar el cuerpo, el cajón, el nicho ja,ja,ja.
¿En dónde trabajabas en ese momento?
En una lavandería, fue mi primer trabajo formal.
INFANCIA, PADRES Y SU PRIMER TRABAJO VENDIENDO JUGOS A LOS 10 AÑOS
Hablemos de tu infancia, ¿cómo recuerdas tu niñez?
Fue una niñez muy a la aventura, era muy libre, yo prácticamente crecí en el mercado porque mi mamá vendía papas y jugos. Ella dice que yo me subía a las rejas y gritaba que sería muy famosa, que le compraría una casa, que sería empresaria. Pero también hemos pasado mucha necesidad económica.
¿Qué aprendiste de tus papás?, ¿qué lecciones te han dejado para la vida?
Mi mamá me enseñó que todo en la vida tiene un valor, ella vendía la basura del mercado y esa platita la ponía en su alcancía. A fin de año decía ‘Mira, de la basura saqué esto’ y se iba a comprar sus zapatos a Bata. Aprendí mucho de ella. Sin tener escuela, nos enseñó a trabajar, que no estemos con los brazos cruzados, que salgamos a hacer algo por nuestra cuenta.
¿Y que aprendiste de tu papá?
Él era muy solidario y si bien es cierto que no ha sido el papá cariñoso que hubiera querido, porque era muy drástico e imagino que así fue criado. Yo nunca escuché un te quiero de él o ‘hija te amo’, pero en sus regalos y sacrificios... hoy entiendo que sí me quería a su manera. Era alguien que ayudaba a las personas. Podía estar caminando y si alguien necesitaba ayuda, iba y ayudaba. Trataba de solucionar problemas y creo que eso yo también hago.
¿Qué le dirías a Susan de 7 años? A esa Susan que está jugando en el mercado y todavía no sabe nada de la vida ni de lo que le espera vivir...
Abraza más a tus padres. No tengas miedo de decir ‘te amo’, ‘te quiero’. Sigue soñando, sonríe más, juega más y nunca te des por vencida.
¿Y qué le dirías a tus papás si los tuvieras al frente?
Mi mamá está viva, pero a mi papá que ya falleció... creo que le diría: Hoy que soy mamá entiendo el amor y sacrificio que hiciste por nosotras. Quizás no tuviste la mejor infancia, quizás tuvo una infancia de sufrimiento y dolor. Perdóname por no decirte que te amaba, que te necesitaba. Perdóname por no abrazarte más. Siempre viví con el tema de ‘mi papá no me quiso’ tontamente. Pero cuando ya no los tienes es muy difícil todo.
¿Y a tu mamá?
Con ella estamos en todo el proceso de soltar, sanar y perdonar. Nadie tiene la vida comprada y mi objetivo es estar bien con ella.
¿Cómo es la relación con tu hijo?
Es mi sueño cumplido. Quiero darle todo lo que no se me pudo dar por miedo.
¿Cómo te cambió la maternidad?
Fue lo mejor que me ha pasado en la vida. Volvería a pasar todas las cosas difíciles que he vivido con tal de tener a mi hijo. Es la ‘personita’ que me dice amarme mucho, pero yo le agradezco porque cambió todo en mi vida, es mi salvador.
LA MOVIDA DE JANET
Mucha gente no sabe, pero tu primera aparición en televisión fue en el programa de Janet Barboza...
Fue aprox en el 2008 o 2007, vivía por la avenida Arequipa y veo gente haciendo cola, y me dicen que era para el programa de Janet Barboza. No logré entrar, pero vi el programa después y resulta que estaban buscando cómicos, entonces dije ‘pero yo soy más chistosa que ellos’, ‘yo puedo hacerlo mejor que ellos’. Entonces fui al casting, pero ojo que en ese momento yo pesaba 90 kilos, uno de producción me vio de pies a cabeza y me dijo ‘ya se acabó la convocatoria’ ja,ja,ja. Pero el señor de seguridad me dijo ‘yo veo algo en ti, voy a llamar a otra persona’. Apareció otra persona, le conté un chiste, se mató de risa, me hizo entrar al canal y por suerte ese día no había ido un participante, entonces dicen ‘sales tú, pero ahorita’. Y yo dije ‘es mi oportunidad’.
¿Recuerdas alguna anécdota de ese momento?, ¿algún impase con Janet?
En realidad no. Solo el tema de la producción porque ya se sabía quien iba a ganar y yo decía ‘Para qué hacen tanta cosa si ya se sabe’. En ese momento fue decepcionante. Pero justo por esos días me había llamado Manolo Rojas para trabajar en su circo. Yo escuché en los pasillos del canal que yo iba a ser la próxima eliminada y llamé a Manolo preguntando si seguía en pie la oferta de trabajar en su circo. Me dijo ‘claro mamita, las oportunidades las pierdes tú, uno edifica su futuro, hay que ser agradecidos por las oportunidades que se presentan’. Y así ingreso al circo.
Es decir que, prácticamente, Manolo Rojas fue tu ‘patadita’ de la suerte...
Sí, para mí es como un padre. Hoy por hoy estoy muy agradecida con Manolo Rojas porque gracias a él conocí a su hermano Carlos, que fue mi manager, quien caminó de la mano conmigo en todo este proceso artístico. Estoy muy agradecida con Manolo y su hermano, que en paz descanse.
COMBATE, CHICOS REALITY
Ya te estabas haciendo conocida, pero el gran salto fue en ‘Combate’...
Recuerdo clarito que mi gran aparición en Combate fue en Villa María del Triunfo, los chicos no llegaban, yo ya no sabía que hacer en el escenario. Pero obviamente la gente no me quería seguir viendo, querían ver a los chicos de Combate. En eso llegan y yo digo ‘esta es mi oportunidad’, me lanzo sobre Mario Iribarren y le digo ‘dame un besito en el cachete’ y me da un beso en la boca ja,ja,ja.
Ahí empezó todo...
La gente gritaba, lo pusieron en el canal, me llamaron y dijeron que tenía que ir al día siguiente al programa. Querían hacer una historia con Mario.
Y con tantos chicos guapos en el programa, ¿alguno te interesó?
Ja,ja,ja, en realidad no porque todos son locos. Además, en ese momento todo me daba miedo. Había pasado tantas cosas feas y fuertes, y yo lo único que quería era lograr mis sueños, ser famosa, tener un nombre conocido. En ese momento con mi manager solo nos enfocábamos en trabajar, hacer nombre, hacer marca.
Pero los chicos tenían lo suyo...
Ah por supuesto. Claro que eran guapos, pero detrás de cámaras eran locos, extrovertidos y eso me causaba miedo. Además, estaban con las chicas del programa, tenían enamoradas. Nunca se me pasó por la cabeza coquetear con alguien. Hubo un combatiente que antes de él llegar a la televisión lo conocí y me dijo para salir, yo le dije que ‘no, no, tú tienes tu pareja’ y por cosas de la vida me lo encontré en el programa. Hoy por hoy me saluda con mucho respeto. No voy a decir su nombre ja,ja,ja.
¿Volverías a estar en un reality como ‘Combate’?
Me encantaría pero creo que la edad no da ja,ja,ja. Hubo un tiempo donde querían meterme a ser combatiente, o sea Susan combatiente.
Ah no te creo, ¿y por qué no aceptaste?
Me daba mucho miedo, creo que no fui muy arriesgada en ese entonces. Incluso yo practicaba los juegos y retos antes de que empiece el programa. Me vestían con top y shorts pero me sentía muy incómoda, pero creo que ya era un tema mío.
En todo este tiempo de televisión, nunca te has visto envuelta en escándalos...
Sí pues, siempre he tratado de mantenerme al margen de los escándalos, es muy difícil que yo llegue a pelearme con alguien del medio. Gracias a Dios no he llegado a eso.
CÍRCULO DE VIOLENCIA, MIEDO A ENAMORARSE Y EL PROGRAMA DE MAGALY
¿En qué momento decides denunciar a tu expareja, padre de tu hijo, por violencia?
Creo que todas las mujeres llegamos a ese momento donde decimos ‘No más’. Después de un año es que yo decido salir a denunciarlo públicamente. Si bien es cierto que la primera vez que me separé salió en los medios, nunca me había sentado a hablar de lo que había pasado, soltar los audios, las pruebas.
Él también salió a denunciarte, ¿ahí decides salir a contarlo todo?
Después de un año, cuando ya hubo agresión física y él salió a denunciarme por maltrato psicológico y físico hacia mi hijo, ahí es cuando voy al programa de Magaly y suelto toda la información que tenía guardada.
En el programa, Magaly dice que ustedes eran personas tóxicas, ¿te consideras una persona tóxica?
Creo que la definición de ‘tóxico’ es una persona que hace problemas por todo. Te soy sincera, a mí me dio mucho coraje porque yo fui a buscar ayuda. Es más fácil juzgar sin ver la situación que pasas. Yo lo único que quería era ayuda para que este señor deje de hostigarme, mandarme indirectas, insultarme delante de mi hijo. Entonces cuando me dijo tóxica, yo dije ‘uy no, acá se pudrió todo, nunca más vuelvo a salir a hablar de este tema en tele’. ¿Cómo me puedes decir tóxica cuando te estoy dando las pruebas donde esta persona tan libremente me amenaza?
¿Te arrepentiste de haber ido al programa?
En ese momento sí me arrepentí de haber ido a su programa, pero todo es por y para algo. Ya del pasado no se puede hacer nada. Para mí el verdadero abogado y juez es Dios.
¿Volverías a pisar su set?
No quiero decir nunca, espero no ir. Pero puede ser que en algún momento lo necesite, pero si es que voy, iría más preparada.
¿Cómo empezó toda esta ola de violencia? Porque se cree que el hombre violento se muestra así desde el inicio, pero no siempre es así...
No, al inicio no fue así. Mira yo he recibido muchas críticas en redes sociales. Me decían ‘Ay pero cómo es posible, acaso no se fijó cómo era’, ‘Si sabías cómo era para que te metes con él’. Lo mío no empezó con agresión, al inicio fue etapa muy bonita, llevé un embarazo demasiado engreída. El papá de mi hijo era amoroso, detallista y de un momento a otro mostró su verdadera personalidad. Ahí me sacó de cuadro todo y después de dos años dije basta, no podía esperar 30 años donde ya no se puede hacer nada.
Supongo que también empezaste a recibir críticas como ‘¿Por qué no denunciaste a la primera?’, pero es muy difícil, ¿no?, porque se suele justificar...
Una se ciega. A ver, lo que pasa es esto: Cuando te casas, a veces dices ‘cómo te vas a separar a la primera discusión’. Recuerdo que cuando era soltera y más joven decía ‘Ay pobrecito el que me grite o me haga esto, yo me voy y chau chau’, pero cuando estás en ese momento y con un hijo dices ‘Bueno, quizás se le pasó un poquito los tragos’
Tratas de justificar todo...
Sí, y además el otro dice ‘Perdóname, ten un regalito’, ‘Vamos a cenar’, cualquier cosa. Y pasan unas semanas y otra vez pasa. La agresión psicológica ya era muy fuerte.
Dentro del círculo de agresión, ¿también hubo violencia física?
Sí, también física. Porque cuando alguien te empuja o te jala el cabello también es violencia. No hay necesidad de que dejen marcas en la piel para decir que hubo agresión física. A veces la gente y hasta los policías decían ‘¿Pero física? a ver enséñame los moretones’.
¿Tu hijo vio esas escenas?
Era muy chiquito, tenía menos de dos años, pero más que ver él sentía cómo estaba su mamá anímicamente. Hasta que dije basta, yo no quería que mi hijo crezca en un ambiente de violencia, de insultos, faltas de respeto. Porque claro, también hubo momentos donde yo también me puse ‘macha’ y decía ‘carajo, a mí no me va a hacer nada’ y te pones a la altura de él. Pero es una actitud que está muy mal que no recomiendo. Lo mejor es retirarse y sanar.
Como tú estás haciendo...
Sí, empezar a trabajar en una misma. No es fácil volver a confiar en alguien más, sientes miedo. Y claro sería bien fácil separarse y ya, pero yo tengo que seguir manteniendo conversación por el tema de mi hijo. No es fácil una situación así.
¿Qué le dirías a una mujer que acaba de recibir el primer golpe y está empezando a justificar?
Mírate en el espejo y conversa contigo misma. Pregúntate qué quieres para tu vida, qué quieres de ti, qué quieres para tus hijos. Jamás digas ‘por ti hijo no voy a separarme para crezcas con un padre al costado’, no le des esa responsabilidad. Ellos vienen al mundo a ser felices, no importa si papá o mamá están separados. Tienen que verte bien.
No es fácil...
Así es. Ningún cambio es fácil, todo cambio requiere de sacrificio y voluntad. Rodéate de personas que te impulsen y te ayuden. Habrá momentos donde vas a sentir que ya no puedes más porque quizás hasta en lo económico te está afectando, pero créeme que en los peores momentos la creatividad fluye. Sal adelante por ti. Mientras tú estés bien emocionalmente, todo está bien.
Y entender que sí se puede, sí vas a poder salir de eso...
Sí se puede, claro que se puede. Es un camino largo, sobre todo si tienes hijos con tu agresor, pero tienes que buscar ayuda. Yo busqué ayuda. El mejor regalo que me hizo una gran amiga fue pagarme las tres primeras sesiones con una psicoterapeuta. En ese entonces yo no entendía muchas cosas y le decía ‘yo no necesito un psicólogo, yo necesito plata’ porque no tenía nada de dinero. No tenía trabajo, ni un sol, no tenía nada. No sabía el valor que tenía estar viva.
¿Cómo te sientes ahora?, ¿cómo está ese corazón?
Estoy tranquila, feliz, en la radio. Y a nivel personal estoy mucho mejor, no me cierro las puertas a volver a amar porque sé que el amor existe, la persona está ahí esperándome y también mi divorcio ja,ja,ja. Mi corazón está abierto, no he cerrado las puertas para nada, quiero un compañero para la vejez, quizás tener otro hijo.
En una parte de esta conversación mencionas que es muy difícil volver a confiar...
Sí, es muy difícil, porque cuando creo que estoy confiando me doy cuenta que no es así. Me he puesto muy temerosa, tengo la impresión que más adelante van a lastimarme. Pero es un problema que tengo que sanar. Me da miedo y estoy trabajando en eso, pero cuesta.
ONLYFANS, UNIPERSONAL, QUÉ SE VIENE CON SUSAN Y LA CHOLA PUCA ESTE 2024
Y ese cambio también se está viendo en tu físico, he leído que estás estrenando nueva figura y pronto vas a tener tu OnlyFans...
Para nada ja,ja,ja. El tema de la nueva figura sí claro que me pone feliz pero ahora viene la verdadera ‘chamba’ que es mantenerlo. Me encantaría hacer un unipersonal como Susan para mostrar las verdaderas curvas ja,ja,ja. Hablar de las exparejas con humor. El OnlyFans todavía no, quizás más adelante ja,ja,ja. Respeto mucho a los que tienen OnlyFans, tendrán sus razones, es decisión de cada uno. Y hay que ser responsable de las consecuencias de esas decisiones.
Ya que has mencionado el tema de los ex, ¿has sido celosa con tus exparejas?
Creo que cuando me enamoro sí soy celosa.
O sea ni hablar perdonarías una infidelidad...
Hoy por hoy creo que no sé cómo reaccionaría ante una infidelidad. No me alucino estar con la persona después de que ha estado con otra.
Sobre todo por la confianza...
Claro, la confianza se desmorona. Creo que mi vida sería miserable y la de la persona también porque estaría fregando todo el tiempo. Si no me contesta el celular imaginaría muchas cosas. Mejor como amigos y chau cuídate que te vaya bien ja,ja,ja.
Para terminar, ¿qué lecciones te está dejando el 2023?
A no rendirme a pesar de que a veces las cosas no salgan como quiero, no ser tan confiada, pensar en mí, cuidar mis emociones, agradecer a Dios todas las mañanas por tener a mi hijo, por mi familia y, sobre todo, por la vida. Con mucha fe, espero cumplir todos los proyectos que tengo en mente este 2024.
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