Pasó por distintas penurias. Jorge Eduardo Saavedra Cachay, conocido como ‘Flautín’ se confesó con Trome y habló acerca de sus inicios en la vida artística y como llegó a la televisión. Sin embargo, también habló acerca del sacrificio que realizó al llegar a Lima de su natal Chiclayo.
El comediante indicó que su llegada a la capital le chocó, ya que Lima es una ciudad acelerada. Además, reveló que el dejar a su familia lo puso triste y que aprendió lecciones de la calle.
“Fue un cambio duro. En la capital, la vida es muy rápida y saturada. Me chocó mucho porque en Chiclayo dejé a familia, mi madre y mis hermanas. La capital me ha cambiado la vida”.
“Me golpeó bastante la calle. Aprendí lo bueno y lo malo. En la calle, aprendes todo eso: Tú decides si vas por lo bueno o lo malo. En resumen, la calle te enseña a valorar las cosas”.
Flautín confesó que lo primero que hizo para sobrevivir en la ciudad fue vender caramelos o dar sus primeros pininos en la comedia al pintarse la cara de payaso.
“Me puse a vender caramelos en las calles, me pintaba la cara de payaso o me vestía de mujer para vender turrones o caramelos. He sido cobrador de combi, lustrador de zapatos y he vendido verdura picada en los mercados”.
Sin embargo, recalcó que también anduvo con personas de mal vivir, pero que nunca se atrevió a imitar a los amigos de lo ajeno: “En la calle, conoces de todo. He andado con los verdaderos pirañitas de la plaza San Martín, ellos jalaban su terokal y todo
“Jamás opté por hacerle daño a la gente. Jamás arranché una cartera, jamás me llevé un celular, jamás me llevé una gorra, por qué, en ese tiempo, hasta las gorras te robaban”.
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