Emprende Trome| El estrés laboral es un problema que afecta a un gran número de personas y que, actualmente, se ha empezado a manifestar con mayor frecuencia como consecuencia de la pandemia. Un trabajador estresado, suele enfermarse más, estar poco motivado, ser menos productivo y tener una menor seguridad laboral. Es por ello, que cada vez más organizaciones intentan hacerle frente a este problema capacitando y asesorando a sus colaboradores con herramientas como el mindfulness.
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Para entenderlo de una manera didáctica, este es como un entrenamiento sistemático de la atención que permite desarrollar la auto observación y auto regulación, y que brinda la posibilidad de desactivar la reacción automática del estrés crónico, a través de la observación de las reacciones corporales y emocionales que surgen frente a estímulos, condiciones o situaciones que generan estrés. Siendo esto así, quiénes lo practican aprenden a detener la rutina para hacer una pausa y responder de manera más adaptativa, desactivando la cadena reactiva que se genera en el estrés crónico.
“Este tipo de entrenamiento desarrolla un alto nivel de conciencia que le permite, a quien lo practica, enfocar la realidad del momento tal cual se manifiesta y aceptarla para poder, desde allí, dar las respuestas a sus problemas y hacer los cambios necesarios de manera más consciente y eficaz.”, comentó Juan Pablo Castro Coronado, psicólogo de MAPFRE.
· Aumenta la capacidad de manejar situaciones estresantes.
· Mayor claridad en la toma de decisiones.
· Mayor creatividad en la resolución de conflictos.
· Reduce intencionalmente las reacciones de estrés.
· Crea y sostiene hábitos de trabajo saludables.
· Accede a un mayor nivel de calma y estabilidad.
El mindfulness puede ser practicado individualmente durante el trabajo a través de algunos ejercicios prácticos y muy fáciles de hacer para combatir el estrés laboral. Algunos de ellos son:
· Respirar lentamente concentrándose en cómo el aire entra al cuerpo.
· Sumergir las manos en agua tibia sintiendo cómo ésta toca la piel.
· Observar un objeto fijo y concentrarse en él.
· Escuchar música, interiorizando cada tono.
· Comer un snack lentamente, saborizando poco a poco.
Si bien las investigaciones sobre mindfulness tienen mucho camino por recorrer, existen una gran multitud de estudios que buscan llamar la atención sobre la práctica y su potencial. Inclusive las más prestigiosas universidades del mundo tienen sus propios departamentos dedicados al estudio del mindfulness.
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