¡Emprende Trome! Ser emprendedor es un desafío diario, una montaña rusa llena de emociones extremas, en la que un día estás arriba y otro abajo. Por ese motivo es importante fortalecer tu espíritu emprendedor, para saber asimilar el éxito, seguir adelante y no dormirte en tus laureles si todo te va bien, y también no rendirte si todo te sale mal. ¡Trome! En esta nota te daremos algunos consejos para fortalecer ese espíritu emprendedor, para que los pongas en práctica en el día a día.
1. Creer en ti. Si no crees en ti no podrás emprender nada. Así de fácil y de concluyente también. La confianza es básica no solo para iniciar algo, sino también para transmitirla a tus trabajadores, clientes, socios, etc. Es el cimiento básico para construir algo.
2. Crítico de ti mismo. Todas las noches tienes que hacer una evaluación de lo que has hecho en el día. La apatía, el conformismo y no dejar la zona de confort son los principales enemigos del emprendedurismo.
3. Trazarse objetivos. Desde el principio tienes que ponerte metas. Tener un norte. De lo contrario caminarás sin rumbo. Periódicamente evalúa si las acciones que estas llevando a cabo te acercan a lo que quieres, de lo contrario tendrás que replantearte el trabajo que desarrollas.
4. Metas posibles. Uno siempre sueña con conquistar el mundo. Sin embargo, en el campo de los negocios, hay que trabajar con los pies sobre la tierra. En otras palabras, ponerse metas que se puedan cumplir. Ponerse metas imposibles pueden llevarte después a la confusión y lo peor a la decepción.
5. Ser creativo. Todos somos creativos en mayor o menor medida. Hay que trabajar todos los días para crear nuevos planes para él negocio. Puedes reunirte con tus colaboradores para hacer una “tormenta de ideas” de la que, a veces, salen interesantes planteamientos que pueden ayudar a hacer crecer tu empresa. También puedes contratar asesores para darte más ideas.
6. Ser veloz. “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, dice un dicho y muy bien se puede aplicar para tu negocio. No le des muchas vueltas a una idea si crees que va a tener éxito. Tampoco se trata de que seas un suicida. Evalúa bien tu propuesta y si crees que es merece que te arriesgues, hazlo sin dudar mucho.
7. Conduce tu vida. Hay dos tipos de personas: las que tienen miedo de cruzar lo desconocido y no lo hacen, y las que pese a que tienen miedo cruzan y se arriesgan con tal de tener éxito. No importa si tienes miedo de emprender o de tomar decisiones difíciles, lo importante es conducir tu vida con dirección.
8. Valora a tu entorno. Respetos guardan respetos. Da a tus trabajadores el valor que ellos se merecen. A mayor mérito mejor remuneración. Nada de favoritismos, porque ello genera un mal ambiente de trabajo.
9. La teoría de la práctica. Los emprendedores de nuestro país, en la mayoría de los casos, son empíricos. Para ellos la clave es la práctica. Se han caído varias veces y se han levantado las mismas veces. Han hecho de la práctica su aprendizaje permanente. Hay otros que se leen toda la bibliografía que existe pero casi nunca emprenden nada.
10. Constancia. El camino de un pequeño, micro y empresario siempre estará rodeado de riesgos y peligros. Hay que tener la habilidad para esquivarlos y destreza para superarlos. La constancia es una conducta clave para superar los problemas y seguir adelante. No se puede abdicar ante el primer problema.
Ya lo sabes Trome, pon en práctica todos estos consejos y fortalecerá ese espíritu emprendedor.
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