Manuel Ramos es de Pucallpa, trabajó como contador en una reconocida entidad financiera donde le iba muy bien, pero todo cambió tras sufrir una isquemia que le obligó a replantear sus objetivos de vida. Uno de sus sueños era poner en valor el café peruano, así que decidió dejar su carrera para entregarse de lleno a su emprendimiento. Manu Café, es un proyecto que vendía 1 kilo al mes y hoy distribuye más de 250 kilos en cafeterías de formato ítaloamericano, una fusión entre formato de cafetería americana y de especialidad a fin de poner en valor el trabajo del agricultor.
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Manuel, tenías una carrera en bancos de renombre ¿Qué te impulsó a emprender?
En 2011 trabajaba como funcionario en el BBVA de Pucallpa y luego fui trasladado a La Merced en Chanchamayo. Ambas experiencias me sumergieron en el mundo del café, un universo hasta entonces ajeno para mí, pero cuya cultura me capturó, sobre todo cuando se trataba de apreciar el trabajo de los agricultores.
En el año 2015, por temas laborales, me mudé a Pucallpa y en ese momento tuve dos señales que me llevaron por la ruta del emprendimiento. La primera, a causa de la falta de lugares auténticos donde disfrutar de un buen café y tener conversaciones significativas. Y el segundo evento, que impulsó mi determinación final, fue cuando experimenté un problema cardíaco que me llevó a reflexionar sobre el rumbo de mi vida.
Los inicios son difíciles, ¿cómo fue en tu caso?
Las dificultades al iniciar un negocio, sin duda, suelen centrarse en el aspecto financiero, pero este desafío debe ser abordado con conocimiento y paciencia, aunque el dinero es necesario para comenzar, una idea sólida respaldada por conocimientos sólidos y la confianza de alguien que crea en el proyecto puede hacer que todo fluya.
Personalmente, enfrenté dificultades financieras al inicio de Manu Café, tuve problemas familiares debido a la falta de capital para pagar los sueldos, proveedores y el alquiler, me vi en la situación de pedir prestado dinero a varias personas para salir adelante, aprendí que no se debe emprender desde la necesidad extrema, ya que esto puede llevar a tomar decisiones desesperadas y a un cambio total de rumbo, como renunciar a un empleo estable sin un plan sólido.
Otro error común es la falta de claridad en la propuesta de valor y en el público objetivo, si no sabes a quién estás vendiendo, qué vendes exactamente y cómo lo vendes, estarás desperdiciando recursos financieros limitados, es importante recordar que el dinero es un recurso finito y conseguirlo puede ser complicado.
¿Por qué elegiste el café como negocio?
Por mucho tiempo anhelé crear una cultura en torno al café y desde que llegué a La Merced en Chanchamayo sentí un fuerte vínculo con esta bebida. Así decidí que era el momento de seguir esa pasión, impulso que fue como una segunda oportunidad de vida y una señal para dedicarme plenamente a lo que realmente me apasiona: cultivar y compartir la cultura del café peruano, siempre priorizando la compra directa con caficultores de productos de calidad.
Eres contador, ¿seguiste otros estudios para llevar adelante esta propuesta?
Estudié barismo y administración de restaurantes.
Eras nuevo en el mercado, ¿cómo te promocionabas?
A medida que Manu evolucionaba, atravesamos tres etapas distintas, en la primera, nos aventuramos como una sanguchería, con la expectativa de que amigos y familiares serían nuestros principales clientes, sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que estábamos equivocados. En la segunda etapa, nos centramos en el cliente, ampliando nuestra oferta con una carta variada que incluía comidas y sánguches y a pesar de nuestros esfuerzos, no logramos convertirnos en un restaurante café como esperábamos, en ese momento, yo aún dividía mi tiempo entre el trabajo en el BanBif y el proyecto de Manu, hasta que, en enero de 2018, decidí dar un giro radical.
Renunciaste a tu trabajo por ir por tus sueños, ¿cómo fue ese proceso?
Renuncié al banco y le comuniqué a mi esposa mi determinación de dedicarme por completo a Manu, a pesar de las pérdidas constantes que veníamos experimentando, entre 8 mil y 9 mil soles al mes, decidí regresar a nuestras raíces en Chanchamayo y Villa Rica, donde la idea de crear una cafetería de especialidad había surgido inicialmente. Durante un viaje a Lima, me sumergí en el mundo de las cafeterías de especialidad, lo que me inspiró a convertir a Manu en la primera cafetería de especialidad en Ucayali, aunque inicialmente contaba con un socio, este decidió no seguir adelante con el proyecto, por lo que decidí emprender solo.
A pesar de ingresar bien en este mundo cafetero, tuviste pérdidas económicas, aún así no te diste por vencido...
En Pucallpa, se estaba llevando a cabo la Expo Amazónica, y por casualidad, la empresa encargada del refrigerio no pudo asistir, por lo que Promperú decidió contratarnos, y aunque esta oportunidad nos proporcionó exposición, también significó pérdidas financieras. Durante los siguientes 20 meses seguimos acumulando pérdidas significativas que bordearon los 200 mil soles y fue solo en diciembre de 2018 cuando finalmente obtuvimos un balance positivo, aunque modesto, de 24 soles.
De los errores se aprende, ¿qué lecciones te sirvieron para mejorar en el negocio?
Los errores al emprender son diversos y pueden ser evitables, uno de ellos es sobreestimar el apoyo de amigos y familiares como clientes principales. Otro error común es intentar abarcar demasiado en lugar de centrarse en una oferta específica. La falta de presupuesto para el marketing también, ya que es esencial para dar a conocer el negocio y sus productos o servicios.
Emprender implica resolver un problema en la sociedad y no solo seguir una pasión personal. Así, es importante separar las finanzas personales del negocio, asegurarse de contar con suficiente capital de trabajo para mantener la operación durante al menos seis a 12 meses y estar plenamente involucrado en el negocio.
¿Cuál es la propuesta de valor?
Ofrecer un espacio acogedor donde las personas puedan trabajar, socializar y disfrutar de la experiencia del café, convirtiéndolo en un lugar de encuentro social.
¿Cuáles han sido tus principales logros con Manu?
Tenemos el orgullo de ser la primera cafetería de especialidad en la región Ucayali, nos encontramos dentro de La Ruta del Café Peruano desde el 2018, hemos sido la primera cafetería de la región de Ucayali en participar en la Expo Amazónica en el año 2018 en la ciudad de Pucallpa, en el año 2022 en la ciudad de Chachapoyas y en el 2023 en Tingo María. También hemos sido la primera cafetería de la región de Ucayali en participar en la XI edición Expocafé Perú – 2021 y la del 2023 en la ciudad de Lima y primeros y actuales campeones regionales en la competencia de Barismo y Latte Art 2021 y 2022.
Pero uno de los logros que mayor satisfacción nos da, es que contribuimos a la reinserción de los presos del penal Castro Castro a la sociedad, a través de la compra de menaje de cerámica que ellos mismos elaboran.
¿Qué otros proyectos desarrollan en Manu Café?
Desde hace 4 años formamos a jóvenes ucayalinos en el mundo del barismo profesional, bajo el entrenamiento en nuestra escuela de barista, gracias al convenio suscrito con una de las principales escuelas de barismo nacional. Asimismo, somos la única cafetería en el Perú que cuenta con el sello de Aliados por la Conservación, convenio suscrito con el SERNANP por el aprovechamiento responsable de cultivos en zonas protegidas por el estado, en La Reserva Comunal El Sira.
¿Cuáles son sus planes de crecimiento para el 2024?
Buscamos llegar abrir nueve puntos de venta más y expandirnos en 5 ciudades al interior del país. Actualmente estamos en la búsqueda de franquiciados que estén dispuestos a invertir en un modelo que ha demostrado dar resultados rápidamente.
¿Cuál es su público consumidor?
Manu Café ha logrado consolidarse como una marca para todos, nuestros clientes son desde jóvenes hasta adultos, nuestra segmentación no está basada en rangos de edad ni perfil socioeconómicos, buscamos que toda aquella persona que busque un momento para disfrutar de un buen café y tener una experiencia grata para descansar, trabajar, reunirse con sus amigos, entre otras razones, Manu Café sea su mejor opción.
¿Cuáles son sus principales objetivos comerciales?
En el corto plazo, seguir con la expansión de nuestra franquicia en el interior del país, este 2024 estamos buscando consolidar el modelo en otras ciudades para preparar nuestro salto a la capital y llegar a consolidar no menos de 50 puntos de venta al 2028. En ese periodo, trabajaremos para que la marca Manu Café sea percibida como una marca bandera y embajadora del café peruano.
¿Dónde comercializan sus productos aparte de sus cafeterías?
Actualmente, contamos con nuestras cafeterías y ventas por delivery, pero estamos desarrollando otros canales de ventas para apostar por la omnicanalidad de la marca. Uno de los desafíos del 2024 es llegar a tiendas por conveniencia para que nuestros clientes puedan conseguir nuestro café en cualquier lugar. Además, dentro de nuestro programa de lealtad, estamos desarrollando un producto de suscripción que nos permitirá estar más cerca del cliente.
¿Cuál es el ticket promedio?
El ticket promedio por cliente puede bordear los 27 con picos que superan los treinta y cinco.
¿Trabajan con productores locales?
Si, nuestra propuesta es llevar café de especialidad peruano a cada rincón del país, una tarea que ha sido imposible por la inviabilidad del desarrollo del canal y su disponibilidad al mercado. A través de nuestras cafeterías buscamos ser una vitrina del café peruano. Actualmente trabajamos con café de Cajamarca, Ucayali, Moyobamba y Cerro de Pasco; sin embargo, nuestra riqueza cafetera nos permite disponer de variedades únicas de diferentes regiones del país.
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