Mirella García estudia arquitectura, pero en un momento tuvo que hacer un alto a su carrera, pues no contaba con los medios económicos para continuar. Afortunadamente, el destino le tenía preparado algo especial. Un día, un amigo le pidió que hiciera un ramo de flores para una editorial de fotos, sin imaginar que la clienta quedaría fascinada con el arreglo y la recomendó. Florett tiene tres años en el mercado y los pedidos no paran, hace envíos a todo el Perú y al extranjero.
Lo tuyo es la arquitectura, ¿pensaste en algún momento dedicarte a las flores?
Nunca he sido apasionada por las plantas, pero sí me gustaban mucho los detalles. Este negocio nació sin pensarlo, apoyé a un amigo fotógrafo para una editorial de boda y faltaban los ramos de novias, armé dos bouquet y les encantó, tanto así que me hicieron un pedido y se fueron pasando la voz, empecé con mi primer pago.
No habías tenido experiencia previa de este rubro, ¿de dónde crees que nació esta habilidad?
Siempre he sido hábil para las manualidades, tengo la capacidad de ver algo y replicarlo, luego tomé cursos para hacer cosas más grandes.
¿Cómo te diste cuenta que este nicho de novias tenía demanda?
La primera novia que le hice un ramo me recomendó entre sus amigas y se fueron pasando la voz. Me encanta hacer ramos de novias y ver los rostros de felicidad de mis clientas cuando reciben sus pedidos.
¿Qué fue lo más complicado al iniciar este negocio?
La soledad del emprendedor, algunos empezamos solos y sin apoyo. Hubo momentos en que quise tirar la toalla. Aprendí a tomar decisiones; como la vez que mi mamá me dijo que no podía pagarme la carrera y en ese momento me salió un contrato para hacer toda la boda, donde me pagaron bien y vi que con este negocio podría costear mis estudios ahora.
Te has movido siempre por redes sociales y el Instagram te funciona muy bien, ¿qué piden los consumidores?
He sabido manejar bien mi Instagram con muy buen contenido visual, ya que es como una revista, mis clientas llegan a mi porque quedan encantadas con los trabajos que subo que van desde ramos, centros de mesa, corazones eternos, letritas y cúpulas.
¿Cómo se fue haciendo conocida tu marca?
Las redes sociales son una gran portada para viralizarse. En la pandemia decidí dedicarme cien por ciento a esto y meterle más punche a estas plataformas, he participado en expo novias y el boca a boca me ayuda mucho.
¿Te has capacitado?
Siempre me estoy capacitando y practicando para ofrecer nuevas opciones a mi público. Además, estudio administración para manejar mejor mi negocio.
¿La demanda de tus productos se mantiene o bajó por esta crisis económica que pasamos?
Todos los años y todos los fines de semana se casan las novias, gracias a Dios este negocio no para. En la pandemia bajó un poco, pero igual siguieron las bodas íntimas.
Este negocio te ha permitido dar empleo a tus familiares, ¿Cómo te ves en un par de años?
Me ha permitido dar trabajo a mis familiares y a otras personas. Me veo con una empresa más grande, haciendo estos arreglos con flores preservadas que llegan a más lugares.
¿Hay algo especial que te piden las novias?
Las flores preservadas han sido un boom, las novias de las provincias se han acostumbrado a tener el ramo de la florista de su pueblo, pero ahora me hacen pedidos y se los envió a Madre de Dios, Moquegua, Huancayo y otros lugares.
Has enviado tus ramos de flores al extranjero, ¿cómo surgió esa oportunidad?
Hay muchas novias que me han visto por redes sociales y me dicen: por favor quiero tu ramo. Hasta el momento envié los arreglos con sus familiares a Punta Cana, Estados Unidos, Chile y Argentina.
RAPIDITA
Cuando uno trabaja con productos naturales, ¿qué debe tener en cuenta?
Un buen almacenaje para que no se maltraten las flores, que haya poca luz y evitar el polvo.
El negocio de las flores es lindo y rentable, pero es importante capacitarse, invertir en el material. Si inician en redes sociales, hagan buenos contenidos para captar la atención de su público.
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