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Adifit: “Gamarra es la cuna de las oportunidades”|Emprende Trome (Video)

Wilians es un puneño muy orgulloso de sus raíces. Trabajó desde niño para escapar de la pobreza y darle una mejor calidad de vida a su familia. Le robaron todo en su primer negocio, pero continúo con su sueño de emprender. Su marca se vende a nivel nacional. Aconseja a los jóvenes a tener la mente abierta para aprender todos los días.

Instagram: @katty.gines

| Uno es dueño de su propio destino y Wilians Chambi lo tenía muy claro desde que era niño, pues, a pesar de vivir en una pobreza extrema en su pueblito en Puno, siempre soñó en ser un gran empresario. A los 17 años, vino a Lima y trabajó muy duro en varios talleres de confección, puso su primer negocio y le robaron, pero núnca desistió de su objetivo. Más bien, tomó impulso para crear , una marca que se vende a todo el Perú.

Emprende Trome - Adifit

Llegaste muy joven de Puno a Lima, ¿cuál era tu sueño?

Mi sueño era sacar a mi familia de la pobreza. Mis padres se separaron y cada uno tomó su rumbo, mi tía se hizo cargo de mí y siempre quise salir adelante. Mi abuelo era sastre y me prohibió tocar sus herramientas, y me dije: un día seré un empresario y no voy a necesitar de tu máquina.

¿Es verdad que tus amigos no creían que lograrías tus sueños?

Me decían: naciste pobre y serás pobre. En mi mente nunca hubo pobreza. Cuando dejé mi casa y mi madre lloraba junto a mis hermanos, recordaba en el camino, que, a mis 8 años, junté botellas de vidrio para cambiarlo por un panetón, que lo comimos en Navidad con un chocolate, entonces pensé que me podría ir bien en Lima.

Fuiste mil oficios…

Trabajé lavando platos, cargando ladrillos y fui encargado de un taller de bordados en Puno, que me ayudaron a tener experiencia para laborar en Lima

¿Cómo así llegas a tener tu propio negocio?

La vida te poner a las personas correctas, conocí a unos amigos con los que empezamos un negocio de buzos para niños, pero luego de inaugurar la tienda, al día siguiente nos robaron todo.

¿Qué vino después?

El dolor duró un día. Pedí dinero prestado a unos familiares y a un amigo y volví a empezar. Ofrecí el servicio de corte. Y tras años de lucha y derecho de piso, me reuní con un empresario exitoso que me aconsejó y lo apliqué a mi vida. En el 2018 nace ‘Adifit’, tuve meses de llanto porque se cerraron pedidos, fue difícil.

¿Por qué ropa deportiva?

Yo era atleta de alto rendimiento y un amigo me invitó a un gimnasio y vi que era un nicho que estaba creciendo mucho en el mercado.

¿Cómo te fue en pandemia?

Fue difícil, se cerró Gamarra por dos meses y nos reinventamos. Ya había ingresado al comercio electrónico y en las redes sociales. La pandemia nos ayudó mucho porque todo se volvió digital. Vendimos en 15 días lo que no vendíamos en medio año.

Las prendas son hechas con tecnología para secado rápido, se forme bien al cuerpo y de mucha comodidad. Foto: Julio Reaño.

¿Cuántas personas trabajan para ti?

Somos más de 20 familias que vivimos de este negocio.

¿Qué errores no volverías a hacer?

Tomar consejos a la ligera de seguridad y administración.

¿A dónde apunta tu marca?

Mi marca distribuye a nivel nacional, se diferencia de las otras porque nuestras prendas tienen tecnología que resalta la silueta del cuerpo, protege la piel, son suaves para dar mayor comodidad y el secado rápido luego de lavarse.

¿Cuándo te das cuenta que este negocio va por buen camino?

Cuando haces las cosas bien y ves que los clientes valoran ese trabajo. Hoy en día tengo 20 clientes que nunca los he visto, pero hacemos negocios y valoran el producto nacional.

¿Qué es Gamarra para ti?

Es la cuna del emprendimiento, donde uno tiene muchas oportunidades.

¿La ropa china compite con ustedes?

Hoy en día, la gente sabe la diferencia que hay con el producto peruano. La competencia hace que uno mejore todos los días.

La marca distribuye al todo el Perú.

¿Qué consejo le darías a un joven que quiere ser como tú?

Que sea perseverante y con mucha disciplina, los valores no se pueden perder y siempre tener la mente abierta para aprender todos los días.

En el camino se aprende de los fracasos, ¿cuál es la gran lección que te enseñó la vida?

En las circunstancias más difíciles puedes construir las fortalezas más grandes de la vida.

¿Qué le pedirías al gobierno?

Que siga generando más oportunidades a los emprendimientos, que apueste por las inversiones, y que se trabaje con las empresas peruanas.

Ping Pong

Gamarra: Oportunidad.

Adifit: Impulsando el deporte.

Provincianos: Guerreros.

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