Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su pedido: sopita de la casa, piqueo criollo (olluquito, ají de gallina y carapulcra) con arroz bien graneadito y anís caliente para bajar la grasita.
“María, la agresión a las mujeres se da en todos los estratos sociales. Ahí tenemos el caso de nuestra compatriota Stephanie Valenzuela, quien fue agredida brutalmente por su pareja, el actor Eleazar Gómez, en México. Esta noticia dio la vuelta al mundo y se propalaron imágenes no solo del agresor enmarrocado, sino también de la popular ‘Tefi’ mostrando los múltiples golpes en su rostro.
Pero Gómez ya tenía antecedentes de ser un hombre enfermo. Según sus exparejas, entre ellas las actrices Danna Paola y Vanessa López, era posesivo, celoso y siempre las amenazaba con hacerles daño si no hacían lo que él quería.
Lo que vivió Stephanie, quien en su momento tuvo tórridos romances con George Forsyth y Mario Irivarren, le puede suceder a cualquier mujer. Aunque suene repetitivo, deben conocer bien a un hombre antes de que sean pareja.
Recuerden siempre que ‘caras vemos, corazones no sabemos’. No hay que dejarse engatusar por el floro o lo físico, ya que podrían estar con un demonio con rostro de ángel.
Los amores verdaderos jamás harán daño. Hoy las parejitas se forman muy rápido, y eso tiene sus riesgos. A continuación, quiero compartir contigo tips que dan los expertos para identificar a potenciales agresores de mujeres:
- No respetan las opiniones, actitudes o comportamientos de los demás. Son personas llenas de prejuicios y difícilmente pueden conciliar opiniones que les resulten contradictorias a sus ideas. Cuando algo no les gusta, reaccionan de forma agresiva.
- Son como camaleones, ya que durante la etapa inicial de una relación no se muestran intolerantes. Por el contrario, son personas que pueden llegar a ser encantadoras.
- Polarizan las situaciones y difícilmente aceptan puntos intermedios. Asimismo, se burlan de creencias, ideologías y las opiniones de otros.
- Poco empáticos. Tienen gran dificultad para ponerse en los zapatos de otros, para entender emociones y el sufirimiento ajenos. Solo quieren satisfacer sus deseos, el resto poco les interesa.
- Transgreden límites personales en cualquier tipo de relación, tanto en tiempo como en espacio. Son personas celosas y controladoras que utilizan el doble sentido para verbalizar su disgusto, usan mentiras e historias difícilmente creíbles”. Pucha, mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.