Río 2016 se ha vuelto una máquina de regalarnos emociones. Una de ellas se produjo recientemente en el vóley Playa durante el duelo entre el equipo femenino de Egipto y el de Alemania, un contraste de culturas unidas por el amor al mismo deportes.
Estas imágenes de Río 2016 dieron rápidamente la vuelta al mundo, pues llamó mucho la atención el atuendo de las jugadores islámicas quienes lucían unas licras de color negro y turquesa que las cubría de pies a cabeza (hijab), pese a practicar un deporte que exige mucha libertad para el movimiento.
Río 2016 se volvió tendencia con la imagen entre las jugadoras Doaa Elghobashy y Kira Walkenhorst disputando el mismo balón sobre la net, pues el contraste entre ambas culturas también se mezcló con el respeto entre amabas contrincantes.
Pese al esfuerzo de Nada Meawad y Doaa El Elghobashy, las egipcias cayeron ante la contundencia de las germanas Laura Ludwig y Kira Walkenhorst 2-0. Pero pese al resultado lo primordial fue reforzar la idea de los valores olímpicos: la igualdad y la tolerancia de dos culturas completamente diferentes.
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