El deseo de mejorar la figura y lograr el ‘cuerpo perfecto’, hace que cada vez más personas recurran a cirugías. El resultado suele ser ‘bonito a la vista’, pero el riesgo como en toda operación siempre está y en ocasiones el quirófano puede ser antesala de la muerte.
Hace unos días, Yelitza Tineo (24), que pronto iba a casarse, murió tras someterse a una liposucción en Cercado de Lima, aunque salió bien en los exámenes preoperatorios.
Leyla Meléndez, médico asistente del servicio de cirugía plástica del hospital ‘Cayetano Heredia’, explicó a Trome que la liposucción y lipoescultura son cirugías para modelar el cuerpo, no para bajar de peso. “Son de alta complejidad. No implican cortes grandes o visibles, pero provocan heridas bajo la piel y comprometen áreas extensas”.
NO ES PARA TODOS
No a todos se puede operar. Hay que evaluar edad, que no haya enfermedad previa o esté controlada (obesidad, diabetes, hipertensión, anemia, bajo peso). “Ni con resfrío común, dolor de muelas o infección urinaria puede entrar a sala. Además, la grasa a retirar nunca debe exceder el 5% del volumen corporal porque se descompensa, hay taquicardia y otras complicaciones”, explicó.
Su colega Elsa Castro, cirujana plástico de Solidaridad Salud, también advirtió no caer en manos de falsos cirujanos que ofrecen operar a precio bajo.
RECOMENDACIONES
Examen médico, de laboratorio, cardiológico y de riesgo quirúrgico.
Solo con cirujano plástico acreditado en la Sociedad Peruana de Cirugía Plástica. Ni el médico general está autorizado.
Sala de operaciones de clínica aprobada por el Ministerio de Salud. Monitoreada, con equipo de reanimación.
Horas antes: Actividad física. Si viene de viaje, esperar, porque el sedentarismo facilita una embolia y complicación de trombosis al corazón.
Post cirugía: Hospitalización y descanso absoluto. Ha perdido líquido y grasa corporal. Atención a signos de infección, subida de presión y fiebre.
El costo de liposucción no baja de 6 mil soles.
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