La vida impartiendo justicia, en un campo de fútbol, suele ser un sacrificio o un oficio muy arriesgado. Los árbitros no tienen una tribuna que los aliente, más bien siempre será atacado por los hinchas del equipo que pierde, sea en Copa Perú, Liga 2 o Liga 1. Esta es la historia de Yovani Quevedo, el ex juez de fútbol, que narra los ‘pedidos especiales’ de algunos jugadores en pleno campo de juego.
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Debes amar el fútbol.
Tengo un dicho: ‘Los jueces de fútbol tenemos una mamá que se queda en casa y otra que va contigo a la cancha’
Fui jugador de fútbol. Era volante, pero me lesioné y me dediqué a conducir los partidos con solo 26 años.
Por ‘Copa Perú’, en Huancayo, Águilas vs Fuerza Minera de Puno.
El día del partido llovió y en pleno desarrollo del juego, un rayo cayó sobre un jugador. Primero creíamos que había muerto, pero después supe que estaba herido.
En una de Villa María del Triunfo. El campo estaba junto a un cerrito y solo habían 3 policías para dar seguridad.
Cuando a un jugador no le salen las cosas bien, trata de hacer creer que es por culpa del árbitro. Reclamaban los fallos, alzan las manos.
Algunos me decían: ‘Ayúdanos que hace mucho no ganamos’.
Unos se acercaban: ‘Por favor, amonéstame, que la otra fecha toca jugar en la sierra y no quiero ir allá’.
Juega y si te la mereces, lo haré.
Sí y al mostrarle la cartulina, le agregaba: ‘Te la ganaste’.
Sí. Pasaban por mi lado y rogaban: ‘Por favor, estamos en la cola, necesitamos ganar, piensa en mis hijos’.
Yo también tengo familia, personas a quien cuidar.
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A los jóvenes me acercaba a comentarles: ‘Por favor, que tu humildad sea más grande de lo que deseas ganar’.
A Christian Cueva le comentaba: ‘Juega tranquilo, te voy a cuidar’.
Una vez le advertí a ‘Toñito’ Gonzales: ‘Juega tranquilo, no hagas faltas’.
Su respuesta fue: ‘Profe, es mi chamba’.
Se acercan y te conversan: ‘Que el informe no sea tan fuerte’.
Una vez, regresando, en el aeropuerto, me encontré con uno, me reclamó de mala manera y le advertí a sus compañeros que lo saquen, porque puedo agregar ese mal comportamiento al informe.
El coordinador donde trabajo, que es hincha crema, me pedía que gane su equipo, ja, ja.
Franco Navarro, que gritaba siempre y le preguntaba: ‘Ya pues señor, ¿hasta qué hora?’ y se calmaba.
Soy profesor de Educación física en el colegio San Miguel Arcángel en San Martín de Porres.
A ustedes y un gran abrazo a sus lectores.
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