Fútbol Peruano

Manuel ‘Loco’ Dávila: Cristal, su millonario pase a México y su debacle por casarse a los 19

‘Loco’ Dávila nos cuenta cómo fue su ‘millonario’ pase a la Liga mexicana y cómo arruinó su carrera a los 19 años cuando decidió casarse con la hija de un acaudalado dirigente.
Manuel ‘Loco’ Dávila: Cristal, su millonario pase a México y su debacle por casarse a los 19 años

Mi gente de luego de las dos ediciones con, les presentamos un testimonio de vida que a muchos les puede servir. Manuel ‘Loco’ Dávila llega a nuestro programa para contar su historia de éxito y cómo fue que lo perdió todo. Además, hace mea culpa a sus 50 años.

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En la charla, ‘Loco’ Dávila nos cuenta cómo fue que llegó a Cristal, su ‘millonario’ pase a la Liga mexicana y cómo fue que arruinó su carrera a los 19 años cuando decidió casarse con la hija de un acaudalado dirigente.

Finalmente, cuenta cómo fue su regreso al país y su paso por las selecciones menores. No se olviden nunca que la fe es la más lindo de la vida.

Naciste en Castilla, Piura

Sí, mi papá también fue futbolista, tapaba en el Grau. Mi vieja va a Piura a estudiar y ahí lo conoce, se casan, yo nazco en Castilla pero inmediatamente me traslado a Tumbes. Yo siempre donde voy, siempre digo que soy de Tumbes, no conozco Piura. Yo soy tumbecino. Con mi novia tratamos de ir dos o tres meses al año.

¿Cuánto tiempo estuviste en Tumbes?

Yo me vine a los 14 para 15 años. Me vengo a jugar un campeonato nacional con el Sporting Cristal de Tumbes, ganamos la departamental, de ahí pasamos a la regional que era Tumbes, Piura y Chiclayo y de ahí clasificamos a la nacional que fue en Lima. Yo quedo goleador nacional con 13 goles. Don Alfonso Reverdito, que era presidente de Cristal y el profe Gallardo, me van a ver y hablan con mi abuelo para quedarme. A mí no me movía nadie de mi Tumbes. Dije ‘ya, yo vengo’. Justo sale la nómina de la sub16, de la selección, y tampoco quise ir. Me agarró mi tío, el hermano de mi mamá y me dijo ‘te vas, mira que acá en Tumbes somos muy pocos los que hemos vestido la camiseta nacional’. Yo lloraba, dos meses no fui al colegio, ahí metido en Palomino, en el balcón de la casa. Hasta el que profe Gallardo me fue a ver a mi casa con la asistenta social y me metió una lavada de cabeza, me dijo ‘inténtalo, no pierdes nada. Te invito una semana, para que entrenes y conozcas a los muchachos’. Estaba Flavio Maestri, el Tanque, Pablito Zegarra, Julio Gallardo, Martín Novoa, Guarderas, Jesús Arizaga. Y nosotros, terminábamos 73 en la mañana y de ahí jugábamos juvenil, los tres, Pablo, Flavio y yo. Volviendo a Tumbes, me vine y mi tío me dijo, ‘Manuelito, una semanita al colegio, vas a ver que te va gustar’. Fui un día y mordió un pescadito. Me quedé en el colegio y Cristal también. Lo mío fue meteórico, teníamos un tremendo equipo.

¿Qué nos puedes contar de tu infancia?

Fue de la mejor, con todas las necesidades que podamos tener los provincianos de clase media. Nunca me faltó nada. Mi madre fue padre y madre para mí, mi abuela, mi madre, mis tíos. Siempre jugando en el potrero, en las pistas sin zapatos, y no porque no tenía sino porque mis amigos no tenían zapatos, y me dolían las patas, yo no estaba acostumbrado. A los 12 años yo jugaba con mis tíos y ahí me fui forjando, con 50 grados de sol. Fue una infancia muy linda. Añoro a mi pueblo, lastimosamente está hecho una basura porque las autoridades lo tienen como están.

Manuel ‘Loco’ Dávila: Cristal, su millonario pase a México y su debacle por casarse a los 19 años

¿Cómo la pasaste en el colegio?

En primaria fui buen alumno, tenía mis diplomas. Ya en secundaria se me complicó en tema. En tercero ya me vine a vivir a Lima. En Tumbes bailaba marinera, estaba en la escolta, en la selección del colegio, tenían que aprobarme sí o sí.

¿Cómo empiezas en el fútbol?

Yo empecé como arquero, que si hubiera sido arquero, hubiera sido muy bueno, tapaba muy bien. Un día mi tío Enrique, él tenía un club muy conocido en Tumbes, el Húsares de Junín, yo era suplente, arquero suplente y faltaba el 9, el goleador. Mi tío me dice que le metiera de nueve. Se fue a la mier... el arco. Encima empecé a jugar segunda y primera de liga de nueve y ahí me quedé. Luego viene este equipo, el Cristal de Tumbes.

Tú llegas a Cristal en el 87 y te quedas hasta el 91

Sí, casi hasta el 92. Para mí fue de las mejores etapas, a nivel formativo, tener al profe Gallardo era un lujo. Habré estado ni un año en 73 y luego al primer equipo, estaba Loyola, Teddy Cardama, el Gato Purizaga, Víctor Díaz, Víctor Hurtado, el Cholo Palacios. Después sale toda esa banda y llega Franco Navarro, la Pepa, Kopriva, Manacero, Mango Olaechea, llegué a aprender de mucha gente de esa. Nosotros entrenábamos toda la semana y regresabas a jugar a tu categoría, ya era fácil, el trabajo era diferente, ya eras una luz.

¿Qué anécdota se te viene a la mente de ese grupo?

La Pepa era un personaje. Llegaba al vestuario, se calateaba, solo se ponía el polo y se iba al baño a fumar con su periódico. Nosotros ya teníamos media hora de entrenar y recién salía la pepa pero las metía todas. Hacía partidos de práctica media hora, no entrenaba, trotaba para la foto. Hacíamos la parrilla, él con su pucho en boca, un maestro. Yo lo miraba chibolo... y decía ‘este está loco’, el Ciego no decía nada. La Pepa jugaba con Franco arriba.

Integraste la selección sub 17...

Sub16 en el 87. 90 con Chalaca y 92 con Titín, esa fue con Paolo pues. Esa es la de Medellín, la del 92.

¿Qué pasó?

Habíamos perdido con Colombia, yo metí un gol. Segundo partido jugamos con Uruguay, también metí un gol, el segundo mejor gol del campeonato. En esa selección estaba Ñol, Martín Vázquez, Chicho Salas, Jean Ferrari, Arizaga, Timorán, El Tanque Chevez, Paolo, Jerico Flores.

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Las ‘cariñosas’ en Colombia

Jerico era problemático....

Con Uruguay, estabámos en el cuarto y me habían separado de Paolo, a uno lo ponen en el 5 y al otro en el 1. En un solo cuarto habían dos cuartos, en un cuarto Jerico y Villanueva y en el otro, David y yo. El enano baja y nosotros estábamos con 17 años, como el ají. Nos llevan a la Colmena, habías las ‘chicas’, falta de criterio. Después del partido los cinco nos fuimos a dar una vuelta, tomamos unos tragos, hicimos lo que teníamos que hacer y regresamos al hotel. Nos habíamos emocionado, ya estábamos eliminados también, jugábamos con Chile. Con el enano dijimos, ‘vamos’ y pecamos de bajar de los cuartos y cambiar dólares a pesos en la recepción pero había un doctor que andaba con Titín, nosotros ni nos percatamos. Nosotros salimos y el tío lanzó el talán a Titín. Hubo revisión y Jerico dice ‘yo no voy, ese escape sale una sola vez’, y no fue. Nos fuimos, pero esa fue sí fue rápido, una hora. Llegamos y en la puerta estaba Delfino, Burga, el profe Titín, el profe Ayala y el utilero, no sé si lo conociste.

Sí, lo conociste...

Titín nos dice ‘muchachos, qué pasó’. Le dije, ‘profe, sí, la cagamos’. Villanueva le dijo que nos habíamos ido a comprar pollo, le dije ‘cállate la boca’. Apechugamos. Con Paolo habíamos hecho un buen Sudamericano, estábamos en el 11 de América, a mí me había hablado Atlético Nacional de Medellín, todavía jugaba Higuita, ahí estaba la candela de Pablo Emilio (Escobar). Cuando se enteran del escape, dejaron las negociaciones, como diciendo, ‘no quiero a este muchacho irresponsable’. Pero no nos podían sentar. Burla le dice a Titín, ‘oye, ellos tienen que ir a la tribuna, no son merecedores de usar la camiseta nacional’ y le dijo ‘él equipo lo hago yo’. Lo mando a Chevez y a Tontín a la tribuna, nosotros jugamos, pero nos expulsan a mí y a Paolo.

Dios mío...

Perú termina con 7 hombres, dos ceros, un autogol y un penal. Nos quitaron uniforme, nos vinimos con ropa de calle de Colombia. Ahí nomás nos citaron, tres años (Suspendidos) a nivel selección.

¿Qué pasó después?

Cuando me voy a México a un preolímpico en Pereira, sub23. Me llaman en México, yo estaba jugando en México de titular, estaba a buen nivel, al otro día de nuevo me llaman de nuevo ‘ya no estás’, estaba castigado.

Me muero...

Ahí en México se enteran de esta situación y me dieron como una semana en la prensa, salió todo.

El mea culpa del ‘Loco Dávila’

Pensaron que había llegado una ‘joyita’...

Siempre he sido irreverente, me daba igual, pensé que los años no iban a pasar y que el fútbol me iba durar mucho, que mis piernas me iban a durar mucho, que mi condición natural, porque yo no he pasado por academia, ni Copa Perú he jugado, de frente pasé de juvenil a la grande y allá, fue muy rápido.

Pudiste haber logrado más cosas...

Me arrepiento de muchísimas cosas, ya voy a cumplir 51 años, te pones a ver tus videos y parece que son de ayer. Me da nostalgia cuando me pongo a ver, no voy ni al estadio. Me pongo a ver videos y digo ‘puta, que sí era bueno, le pegaba fuerte’.

Fríamente...

A estas alturas de nuestras vidas es que recién agarras la onda, a los 50, si no hiciste lo que tenías que hacer. Ser desordenado, no ser profesional, si yo hubiera entrenado como tenía que entrenar, sino que en esa época todo era fácil, trotabas y era fácil. Si hubiera entrenado un poquito más... si hubiera sido metódico, irme a mi casa, tomar mis cervecitas como todo el mundo, pero no ser escandaloso, amanecerme... de eso sí me arrepiento. Me arrepiento de ir al banco y ver ‘menos cero’. Yo tuve toda la oportunidad, a mí me tiraron un cuarto de millón de dólares cuando me fui a México, con 19 años, le saqué la mier... en año y medio, me volví loco, es que nunca había tenido un billete de 100 dólares en la mano. Me compraba relojes de 5 mil dólares, nos daban chequera, teníamos tarjeta ilimitada. Me volví loco. Yo acá me gastaba 1000 dólares un sábado, en los 90, tomando, invitando a los amigos, comiendo, un par de zapatillas, una cadena de oro, yo era como Batman, salía de noche nomás...

Manuel ‘Loco’ Dávila: Cristal, su millonario pase a México y su debacle por casarse a los 19 años

Su llegada a México: Me volví loco

¡Qué buena!

Había un triplete en el Nacional y mandaron a Claudio Lostanau, él trabajaba en Monterrey, lo mandaron a Sudamérica a traer un nueve y un diez. Le ganamos 3-1 al León de Huánuco, yo metí los goles. El tío pregunta por mí, nos iban a llevar a mí y al cabezón Carmona. Me citaron al día siguiente en el Sheraton, tenía 19 años. Me dijo que había 250 mil dólares le dije que ya, yo no tenía representante, nunca he tenido. Firmé. Yo quedaba libre a fin de año. Me dijeron que vaya al día siguiente a recoger mi plata. Estaba Company y me felicitó, me dijo que yo estaba fijo en la selección. Yo de México solo conocía al Chavo.

Jajaja...

Lostanau me dice que abra el clóset y saque el maletín negro, parecía un pase de vaina de Pablo Emilio. Abro y los fajos, eran 250 palazos. Yo miraba la plata y decía ‘¿es en serio?’, en esa época no había raqueteros. Me dice para ir al banco Wiese para que guarde la plata. Me preguntó si me iba quedar con algo y me quedé con 2 mil dólares, yo vivía en Ventanilla con mi tía y mi mamá. Salgo del banco y me agrandé, tomé un taxi, llegué a mi casa y le conté a mi mamá que me iba a México. Le enseñé el contrato y no me creía. Le saqué la candela y le enseñé el carné de mi cuenta, eran 250 mil dólares. ‘Esa es la casa que te dije que te iba comprar cuando estaba en Tumbes’, le dije. Ahí recién me creyó, se puso los lentes y todo para ver bien. Así fue y ahí me agrandé, iba a Camino Real y a Galerías Pershing en la avenida Larco, me acharlé.

Jajajaja...

Me volví loco, yo no tuve papá, hijo único, mis tíos estaban en Tumbes. Pensé que nunca se me iba a acabar la plata. No me arrepiento de la vivencias pero si me dieran la oportunidad de retroceder unos años no cometería ninguno de los errores que he cometido, ninguno, excepto mis hijos, que no son errores, son bendiciones de la vida. No te voy a decir que no tomaría, pero no haría lo mismo. A esta edad, a los 50 años es que se te viene todo y más aún que te topas con gente grande que reconoce cómo jugabas.

‘Me casé y empezó mi debacle’

Claro...

Cambiando de tema, cuando yo me caso en México, con la que fue mi esposa, hija de un fuerte de allá, me va ver el tío Lostanau con Gerónimo Patrulla Rodríguez para persuadirme de no casarme. Lostanau me comparaba, decía que yo era mejor que Marcelo Salas. Patrulla había visto algunos videos míos en Monterrey y me dijo ‘cómo te vas a casar, tienes 19 años y te vas a casar...

19 añitos...

Vas a tirar tu carrera por la borda, yo sé que estás deslumbrado, acá hay mujeres hermosas pero de esas hay millones, más bien junta tus millones y después ve con quién te casas’, yo le dije ‘no pasa nada tío, tranquilo’. Me casé y me vine abajo, ahí empezó mi debacle.

‘Loco’ Dávila nos cuenta cómo fue que llegó a Cristal, su ‘millonario’ pase a la Liga mexicana y cómo fue que arruinó su carrera a los 19 años cuando decidió casarse con la hija de un acaudalado dirigente.

Te casaste en México

Me casé de 19 años y ella tenía 17, yo ganaba 22 mil dólares al mes y era el más misio todavía, era de los extranjeros el que ganaba menos. Gran pendejo el Dávila.

Dios mío...

Estas cosas no las he hablado mucho, muy poco, las he tocado por afuerita. Yo en México era figura, he jugado con la Bomba Ruiz Díaz, con el Matador Luis Hernández, Tato Noriega, Gareca 2. Si yo me hubiera quedado cinco o seis años en México siendo responsable... Monterrey era peor que Lima.

Tanto así...

Cuando me casé, fue un error, un error de juventud, no puedes estar enamorado de 19 años, me gustó la rubia de ojos azules... me decían ‘tú le has puesto la pistola en la cabeza para casarte con esa mujer’.

Jajaja...

Ahí se me fue todo. Antes de casarme me iba ir a Monarcas, a Morelia, ya estaba conversando y cuando pasa esto que me escapo, me caso y nos escapamos, ahí se me corta todo, me dijeron ‘ni vengas, porque no tienes cabida’. Ahí me contacta Alianza Lima y vengo, me mandan el pasaje. Me había ido a Las Vegas de luna de miel, como pendejo.

¡A Las Vegas!

Me manda el pasaje Pío Dávila. Al principio me dijeron que era mucho lo que pedía, que con eso contrataban a tres extranjeros. Voy a ver un clásico Moderno, un Muni en el Nacional y me pesca don Alfredo González y Miguelito Silva y me dicen ‘Manuelito, este es el contrato que te ofrece Alianza y te vamos a dar 5 mil dólares más de mensualidad’. Firmé pues. Ganó la U con gol de Peter Méndez. Todos los periodistas subieron y volvieron a bajar, ahí me pusieron ‘La locura’. Ahí también empezó eso del ‘pacto de caballeros’, que cuando firmabas por Alianza no podías firmar para otro, pero yo no había firmado por Alianza, me pretendían pero no había firmado, además yo era hincha de la U.

Claro....

Firmé y comencé a entrenar con la U pero se demoraba el pase. De ahí llegó Markarián y luego Kukín, toda una banda, parecía el penal de Lurigancho.

Jajajaja...

Se fue prolongando el tiempo y pedían 80 mil dólares, luego 120 mil dólares... hasta que ya... la U me pagaba la mitad, sin tener que merecerlo porque no jugaba, pero me pagaban la mitad del sueldo. En un momento me citan y me dijeron que no me podían seguir desembolsando porque no querían darme el pase.

No querían...

Justo sale embarazada la mamá de mi primera hija y me dediqué dos meses a ella porque se puso mal. Monterrey compra una franquicia de un equipo de segunda división y me voy. Yo había dejado de entrenar y me subí un poco de peso, perdí un poco de distancia y en el mejor momento, ya que estaba...

¿A qué equipo te fuiste?

Saltillo Soccer de Coahuila, compra Monterrey esa franquicia, y cuando ya estaba a punto, me esguinzo, casi fue fractura, y me dijeron, te pagamos el resto del año, vaya a su casa. Me vine a Lima, creo que arreglé en Muni, en el 99 cuando estaba en primera, y ya después salieron nuevas leyes, cambiaron de directiva y me prestaron sin costo. Hasta ahorita está mi carta allá.

Luego te convocan a la sub 23, el profe Miguel Company...

Era raro que salga uno de mi edad en los 90 y el profe me dijo que vaya nomás, que mi puesto iba estar. Nosotros fuimos en los 90 con Puchungo y Martín Dalorzo, que ellos se fueron a Querétaro. No sé si abrimos o no, pero yo tengo una anécdota con el señor el huecazo Álvaro Barco.


Jajaja...

Ese huev... dijo una vez que yo había ido a cerrar las puertas a los peruanos en el fútbol mexicano, cuando él fue el que cerró. Cuando yo me voy, ahí se fueron Pepe Soto, El Cabezón Gamarra, el Chorri, y empezó a ir un éxodo de jugadores. Este cojo declaró que yo había cerrado la entrada a los jugadores peruanos en México... no sé cómo ha jugado fútbol este señor, hay malos, recontra malos y él. Yo se lo dije.

¿No te lo has cruzado?

Me lo he cruzado un montón de veces pero mira para otro lado. Una vez, yo estaba en Muni, en segunda, ahí me llama Álvaro para yo jugar en San Martín, yo le dije ‘pero estoy ganando esto en Muni, soy uno de los mejores pagados, si me pagas un poco más me voy’. Estaba el Chino Rivera en Muni y me dijo ‘Loco, cómo te vas a ir si tú eres el estandarte del grupo’, ahí estaban Jair Céspedes, Pechito Farfán, Farro, Yaco Eskenazi.

Eso es verdad...

Aunque no lo crean, Yaco era mi parner, mi dupla, un caballero, le fue mejor en EEG.

¡Qué buena!

No me pagaron, yo hablé con la dirigencia del Muni y les dije que me estaba pretendiendo San Martín les metí 2 mil más y me igualaron. Le dije a Álvaro que no y no jugué en primera, de eso también me arrepiento porque ya eran casi mis últimos años. Yo en Muni estuve como seis años en segunda y que me salga en mis últimos años una propuesta para jugar en primera, creo que fue el año que San Martín la agarró el Ciego, dije que no. Esa fue una de las últimas cosas que me arrepiento.

Luego llegas a México y cómo te reciben

Llego y me ponen en un hotel cinco estrellas. Me dan un carro mecánico, un Toyota Corolla, yo no lo sabía manejar, quería automático, no sé manejar mecánico hasta ahorita. El tío Lastanau me dice que me iba pautear lo que tenía que hablar cuando me entrevisten. Luego me dijo que me recogía para ir a entrenar al cerrito, como la Florida pero 10 veces más grande. Entro y parecía Motor Show, llegaban los Jaguars, esa gente era figura allá, bien pagados en sus país. Yo estaba trotando y Richard Tavares, el capitán, llegó tarde se me acerca y me dice ‘Manuel, mucho gusto, para servirte, estás entrenando en un equipo así, es un equipo muy unido, confianza con todos’, luego ya me presentaron pero sentí ese respaldo en una. Con él tenemos un grupo en WhatsApp hasta ahorita. Son un grupo muy unido, se toman hasta los taxis.

Te ofrecen quedarte para jugar un partido contra Chivas

Ya había acabado la temporada, días después me iba casar con la que fue mi esposa, ya nos mandaban de vacaciones, me iba venir a Lima, ahí es donde yo decido casarme. Allá las colonias tienen su alcalde, para esto tú tenías que hablar con el delegado y tener como regla que tenías que vivir seis meses con la chica en tu casa, y los vecinos tenían que dar la conformidad, pero eran amigos míos y me dijeron que ya. El día que fueron a hacer la revisión, la que fue mi esposa estaba ahí, había ropa de ella en los cajones, hicimos toda la pantomina. Nos íbamos a casar un miércoles y los dirigentes nos dicen que había un dinerito más por un cuadrangular, nos dijeron que iba ser por menos de una semana, teníamos que regresar la misma fecha. Era con Monterrey, Chivas de Guadalajara, Inter y Milan de Italia. Yo me la pasé admirando a los de Milán y a los de Inter. Le pedí la camiseta a Albertini, estaba chibolito. El cuadrangular se lo llevó Chivas, ganó 2-0 a Inter y le ganó por penales a Milan, nosotros perdimos los tres.


Cuando te vienes con su exesposa, yo escuché, no entendía cómo fue ¿cómo te vienes?

Me deslumbró, guapísima, yo matado y todo...

Me gusta la humildad de mi hermano...

Mechoso, con el pelo largo, flaco, ver a una mujer tan guapa, se me hizo inalcanzable en ese momento. Me habían dado una casa de dos pisos con parabólica en una colonia muy fresa como dicen los mexicanos, San Jerónimo. Fui a un centro comercial para comprar mi televisor, mi equipo de música y unas cosas para la cocina, me topo con unas muchachas todas ‘feas’ y me quedo encandilado dije ‘qué hermosas’.

Jajaja...

Siempre hay una que habla más, una ellas, Samantha me dice ‘va ser mi cumpleaños, mi papá me va hacer una fiesta americana en el lobby, acá tengo una entradas a ver si vas con tus amigos’. Me fui con Luis y con Sergio y tres chicas más que andaban con nosotros. Me dijo que iba estar Garibaldi, eran de billete las chicas. Samantha me dio su número, la llamé después y le pregunté por su amiga, la de ojos azules, era Olivia. Me dio su número y me dijo que la llame. La llamé, la invité a cenar, luego salimos al cine y la clásica del chibolo, la abrazadita. Nos besamos ese día de la película y yo me sorprendí más, me había besado la Bella Durmiente. No hablamos nada, nos fuimos y al otro día hablamos. Le dije, ‘qué onda, me gustaría estar contigo’. Se fue dando y como te digo, no te puedes enamorar a esa edad, es un amor de juventud, es un amor lindo, pero no te puedes casar, eso va rumbo al fracaso y fue lo que pasó, duró tres o cuatro años. Se vino para acá, yo todavía jugaba y estaba de moda. Una vez la llevé al estadio y se impresionó, guapísima. No le echo la culpa a ella, la culpa fue mía, podíamos seguir. Es que yo me venía de vacaciones a Lima y me dijo ‘solo no te vas’ y me casé, le hubiera dicho que se quede.

Así fue...

Solo me iba venir dos semanas a Lima y regresaba. Hubiera pedido permiso para venir a conocer Perú y ya, se me fue la carrera a la mier...

Dicen que el papá estaba furioso...

Sí, es como que te quiten a la luz de tus ojos y La fe se va la mierda. El tío se picó, es obvio.

¿Era presidente del grupo?

Era uno de los duros de un equipo. Un día, jugábamos 5 de la tarde un sábado, quedamos cada uno, con sus esposas o novias y yo. Nos íbamos al Señor Frog’s, a ella le daban permiso hasta las 9 de la noche. Se demoraron en atendernos y habremos llegado a su casa a las diez de la noche, su papá estaba parado afuera. Yo me bajé, caballero y me dijo ‘hijo de tu put... qué chingados te has creído, ¿has venido a jugar o a buscar mujer?’. Le dije ‘señor Abrego, yo no sabía que era su hija y disculpe la demora de la hora’, me dijo que no me quería volver a ver. Ella al otro día fue a mi casa con su mamá y terminamos, pero era mentira.

Asu mare...

Quedamos en que iba ir para devolverme todos los regalos. Se fue y después me llamó. Ahí fue donde comenzamos a vernos. Nos veíamos por ratito. Segundos que tenía libre, agarraba mi carro para verla.

Estaban al máximo...

Cuando nos toca irnos, nos casamos hoy y tenía pasajes para mañana para Los Ángeles. Su tío era senador de la República. era menor, ella tenía 19. Cuando llegamos a Los Ángeles, ella llamó a su mamá para que esté tranquila. “Estoy bien mamá”, le dijo. El papá le cerró el caño. Creo que al año volvimos a ir, ella hablaba con su mamá, pero con el papá, no. La mamá incluso vino a Lima. En ese tiempo yo todavía jugaba, pero también estaban las chicas del vóley. La vinculación ha sido siempre, ahora son con las chicas reality. Terminó la relación.

Eres amigo del ‘Pájaro Ruiz’...

En Monterrey era normal, peleón jodido, obrero en el campo. de los que quieres tener en tu equipo siempre. Después, él se va al Necaxa y se vuelve loco, la revienta. Ganaba todo, de ahí lo llaman a la selección y ahora es una leyenda. Es mi hermano, mi compañero de chilingues.

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