El revuelo en Inglaterra estalló con fuerza después de que Manchester City encajara una derrota inesperada (2-0) ante el Bayer Leverkusen en la quinta fecha de la Champions League, un resultado que desató críticas nunca antes vistas contra Pep Guardiola. La decisión del técnico catalán de enviar al campo un equipo de suplentes terminó alimentando la idea de que el vigente campeón europeo perdió más por sus propios riesgos.
Las portadas de los principales medios británicos dejaron en claro que el revés no pasó desapercibido. Según The Independent, Guardiola se habría “tirado un tiro en el pie” al apostar por un once experimental en un partido que marcó su número 100 al mando del City en Champions. En tanto, Goal.com fue todavía más severo al asegurar que el técnico habría “deshonrar la competición” con una alineación considerada impropia de una jornada decisiva. El mensaje generalizado apunta a una lectura dura: el City cayó víctima de su propia confianza.
La ola de cuestionamientos no se detuvo ahí. El Daily Mail recordó con ironía que pruebas similares terminaron mal el curso pasado, mientras que Mirror sostuvo que Guardiola cruzó la línea “de la decepción a la humillación”. The Sun remató señalando que el fiasco tenía un único responsable. Incluso la BBC, habitualmente más prudente en sus análisis, habló de una derrota “autoinfligida”. El tono refleja un hecho evidente: la relación entre el técnico catalán y la prensa británica atraviesa uno de sus momentos más tensos.
El desarrollo del partido justificó en gran parte la presión que hoy cae sobre Pep Guardiola. Bayer Leverkusen mostró mayor convicción en ambas áreas y aprovechó cada ocasión creada para golpear en los momentos oportunos. Manchester City, por su parte, nunca encontró fluidez ni equilibrio, un contraste evidente respecto al nivel que lo llevó a dominar Europa en temporadas recientes. La falta de reacción colectiva reforzó la sensación de que la rotación masiva terminó siendo un riesgo que pasó factura.
Las cifras del encuentro también explican la magnitud del descontento. El cuadro alemán abrió el marcador con una definición impecable del español Alejandro Grimaldo (23’), y aumentó la cuenta con un tanto del alemán Patrick Schick (54’), aprovechando una defensa rival desconectada. Con el triunfo, Bayer Leverkusen alcanzó los 8 puntos y escaló al puesto 15, mientras que Manchester City se quedó en 10 unidades, fuera del grupo de privilegio.
El golpe europeo llega en un momento delicado para los “Citizens”, que arrastran dudas tanto en Champions League como en la Premier League. Aunque aún dependen de sí mismos para avanzar, la caída profundizó el debate sobre la gestión del plantel y la necesidad de recuperar urgencia competitiva.
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