El paso de Paolo Guerrero en Racing Club no fue del todo positivo, ello por la falta de continuidad y la resquebrajada relación que tuvo con el técnico Fernando Gago. El histórico delantero se sinceró en ‘La fe de Cuto’ y recordó dicha experiencia en el fútbol argentina, la cual lo llegó a hacer perder la confianza por la falta de minutos concedidos.
Al inicio, el ‘Depredador’ recordó con añoro el primer partido que tuvo con Racing Club, en el cual inclusive anotó y le dio el triunfo a su equipo en la Copa Libertadores. Dicho gol le dio la confianza de pensar que se haría un espacio en el titularato rápidamente, pero vivió una ingrata sorpresa.
“Lindo, la gente súper bien, el cariño de los hinchas súper, pero no tuve continuidad. Me hubiese encantado poder haber jugado, ya vi que no iba tener oportunidad... jugamos con Ñublense, hice gol, yo dije ‘bueno, me estoy ganando mi puesto aquí, creo yo’, comenzó la Libertadores, a mí me contrataron básicamente por eso. Dije ‘mi partido tiene que ser acá’, el primer partido de cada campeonato siempre es muy importante”, aseguró inicialmente.
Tras ello, rememoró que, pese a la mala racha de Racing por aquellos días en el fútbol argentino, Fernando Gago no le daba la cabida que él esperaba en el equipo. Fue así que empezó a surgir la idea de ‘buscar nuevos horizontes’.
“Jugamos con Gimnasia y yo no estaba dentro de los once, yo dije ‘quieren hacer variantes, quiere darnos descanso, bueno, no hay problema’. El próximo partido era con Independiente, era un clásico, yo dije ‘me están cambiando para que descanse’. Perdimos contra Gimnasia, que me duele perder y no me gusta perder, jugué los últimos 10 minutos. Llega el partido con Independiente y tampoco estaba dentro de los once, yo dije ‘creo que al técnico no le ha gustado mi gol, pero bueno a seguir entrenando’. Después nos toca con Boca, yo dije ‘con Boca tengo que jugar’, además que estaba Luchito (Advíncula) que está insoportable. Tampoco estaba dentro de los once, dije ‘no, esto no es conmigo’”, añadió.
Finalmente, Guerrero recuerda que el partido en el que termina decidiendo su futuro fue el Boca-Racing en el que invitó a su familia a La Bombonera, pero en el cual no logró a jugar ningún minuto. Ese fue el punto de quiebre que dinamintó su pérdida de confianza y por el cual decidió rescindir contrato.
“Invité al partido a unos amigos de Puerto Alegre, fue mi mujer, compré entradas a la Bombonera, es difícil comprar entradas para ver a Boca, no sé de dónde las saqué, moví cielo y tierra y no estaba dentro de los once. Dije ‘seguro me meten al segundo tiempo’. Boca nos metió 3-1, perdimos, no jugué ni un minuto. Ahí ya mi situación cambió, ya más no quiero hablar. Uno da la vida, comienza la Copa Libertadores, hice mi chamba y luego no estoy contra Gimnasia, contra Independiente y luego Boca... el tiempo pasa y de ahí qué, dije ‘tengo que moverme’. Ahí yo perdí la confianza porque ya ves que no cuentan contigo. Ya comencé a ver... ya mi cabeza ya no estaba ahí”, sentenció.
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