Es un choque de titanes donde hay fuerzas parejas y todo puede pasar. Por eso, en medio de un partido cerrado, con planteamientos tácticos muy rígidos y pocos espacios, digno de la Champions League, tuvieron que aparecer las pelotas paradas para abrir el encuentro entre el PSG y el Chelsea, y al término del primer tiempo van 1-1.
Primero fue el sueco Zlatan Ibrahimovic a los 40’ para el PSG de Francia, quien en un tiro libre disparó desde el borde del área del Chelsea y, luego de que el balón rebotara en el cuerpo de un defensor del elenco inglés, el esférico se desviara y se meta en la valla de Curtois.
Gol y felicidad para el equipo de Laurent Blanc que demostraba así su poderío y el planteamiento un poco más ofensivo que había mostrado desde el arranque del partido que ambos equipos lo viven como una final.
Y tras recibir ese duro golpe, es que recién el Chelsea de Inglaterra empezó a sumar más hombres en ataque y generar peligro en campo francés. Diego Costa más incisivo, Pedro con más desborde y, en general todo el elenco de Guus Hiddink; más metido en el partido.
Es así, que a los 45’, luego de un córner desde el extremo derecho, es que la defensa del PSG no puede contener el balón. Se la pasó a Marquinhos y a todos los zagueros, para que el africano, Obi Mikel, encuentre el balón y de potente derechazo a quema ropa, pueda marcar el 1-1, con el que se decretó la paridad.
Es un choque de titanes donde hay fuerzas parejas y todo puede pasar. Por eso, en medio de un partido cerrado, con planteamientos tácticos muy rígidos y pocos espacios, digno de la Champions League, tuvieron que aparecer las pelotas paradas para abrir el encuentro entre el PSG y el Chelsea, y al término del primer tiempo van 1-1.
Primero fue el sueco Zlatan Ibrahimovic a los 40’ para el PSG de Francia, quien en un tiro libre disparó desde el borde del área del Chelsea y, luego de que el balón rebotara en el cuerpo de un defensor del elenco inglés, el esférico se desviara y se meta en la valla de Curtois.
Gol y felicidad para el equipo de Laurent Blanc que demostraba así su poderío y el planteamiento un poco más ofensivo que había mostrado desde el arranque del partido que ambos equipos lo viven como una final.
Y tras recibir ese duro golpe, es que recién el Chelsea de Inglaterra empezó a sumar más hombres en ataque y generar peligro en campo francés. Diego Costa más incisivo, Pedro con más desborde y, en general todo el elenco de Guus Hiddink; más metido en el partido.
Es así, que a los 45’, luego de un córner desde el extremo derecho, es que la defensa del PSG no puede contener el balón. Se la pasó a Marquinhos y a todos los zagueros, para que el africano, Obi Mikel, encuentre el balón y de potente derechazo a quema ropa, pueda marcar el 1-1, con el que se decretó la paridad.