La estrella de Harry Potter, Rupert Grint, se convirtió en padre junto a su pareja Georgia Groome y, aunque afirma que es la mejor etapa de su vida, ha admitido que esta faceta le ha provocado un trastorno mental que nunca imaginó tener.
El nacimiento de la heredera del actor de 34 años lo ha convertido en “hipocondriaco”, pues a él le resulta “realmente estresante” tener a una bebé y a un gato corriendo por toda su casa. “Creo que ser papá te obliga a descubrir cosas, y ahora soy un poco hipocondríaco. Al tener un bebé, estás preocupado por ella en todo momento. Todo parece peligroso”, le reveló en exclusiva a la revista People.
Luego agregó entre bromas que si bien su hija vino “completamente ensamblada” es muy delicada y para él es todo un desafío tenerla en su sala de estar, especialmente cuando la tiene corriendo junto a su gato.
Posteriormente, durante la entrevista se le preguntó al artista si recordaba su último día libre perfecto y él respondió que fue una tarde de algún miércoles donde él se encontraba tomando té junto a su novia con el tema de los libros Eloise de Kay Thompson en Nueva York, donde su hija estaba vestida como el clásico personaje infantil.
“Tuvimos una buena en Nueva York. El miércoles estaba realmente metido en los libros de Eloise, así que Georgia y yo la llevamos a tomar el té en la plaza. Tomó limonada rosada en una taza y estaba completamente vestida como Eloise”, dijo.
A los 11 años Rupert saltó a la fama al interpretar a Ron Weasley en la franquicia cinematográfica basada en la serie de libros mágicos de J.K. Rowling y tras su largo descanso que inició en el 2011 cuando la saga terminó, Grint ha retomado su carrera desde Moonwalkers en el 2015 con Knock At The Cabin.
“Potter estaba tan ocupado, filmando todo el año, luego promociones el resto del tiempo. Fue bastante sofocante. Quería un descanso para reflexionar, sobre todo. Creo que terminamos en el momento adecuado, si continuábamos, podría haber ido cuesta abajo”, reveló.
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