Las altas temperaturas aumentan la pérdida de líquidos debido a la sudoración, lo que hace que el consumo de agua se convierta en una prioridad para el cuidado de la salud, porque ayuda a regular la temperatura corporal, prevenir la deshidratación y mantener la piel suave y tersa.
“En esta época es fundamental escuchar a nuestro cuerpo y anticiparnos a las necesidades de hidratación. No debemos esperar a sentir sed, ya que este es un indicador tardío de que nuestro cuerpo necesita líquidos”, señala Magaly Millones, coordinadora de la carrera de Nutrición del Instituto Carrión.
1. BEBE SUFICIENTE AGUA. La cantidad variará según el peso y la actividad física, pero se recomienda entre dos o tres litros de agua al día para un adulto sano.
2. COME ALIMENTOS RICOS EN AGUA. Incorpora a tu dieta frutas como sandía, melón y naranjas, y vegetales como pepino y apio.
3. EVITA LA CAFEÍNA, EL ALCOHOL Y LAS GASEOSAS. Estas sustancias tienen un efecto diurético que puede aumentar la pérdida de líquidos. Cuidado con los excesos.
4. OPTA POR LAS BEBIDAS REHIDRATANTES. Pero solo cuando realices actividades físicas intensas, ya que estas bebidas ayudan a reponer electrolitos perdidos por la sudoración, especialmente en deportes o jornadas prolongadas al aire libre.
5. ALERTA CON LAS SEÑALES DE DESHIDRATACIÓN. Boca seca, piel fría, fatiga y orina oscura son algunos de los signos que indican que el cuerpo necesita más líquidos.
Es importante que los niños, adultos mayores, deportistas y mujeres embarazadas o lactantes se hidraten bien porque son los que tienen mayores necesidades de líquidos.
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