Tremenda polémica se ha armado luego de que la Cancillería de Venezuela publicara los testimonios de varios venezolanos que retornaron a su país luego de pasar una temporada en Perú. Los repatriados aseguraron que su experiencia aquí fue ‘terrible’, además de denunciar xenofobia, odio y explotación laboral.
Todo empezó con el último retorno de un total de 250 venezolanos que decidieron acogerse al plan Vuelta a la Patria de Nicolás Maduro, que desde 2018 ha facilitado el regreso a su país para más de 16 mil venezolanos que migraron a nueve países de América Latina agobiados por la terrible crisis política, social y económica que remece a su nación.
En un tuit de la Cancillería de Venezuela, el Gobierno asegura que sus connacionales dejaron nuestro país porque vivían en una situación de vulnerabilidad. Es más, según ATV Noticias, difunden el testimonio de una de las beneficiaras del programa que asegura que regresó a su país por miedo a las pandillas peruanas de Ate.
“Mucha xenofobia, mucho odio. Te piden hasta la huella de todo, el cabello, para poder ingresar a un trabajo”, dice la mujer tal como consignó ATV Noticias.
Sin embargo, no todos piensan igual. El mismo medio recogió el testimonio de dos venezolanos que viven hace años en Perú, los mismos que aseguran que se trata de una estrategia del gobierno de Maduro para dejar mal a nuestro país.
“Eso ya es una propaganda amarillista que está sembrando el gobierno venezolano. Para poder recibirte en Venezuela, te van a decir que el país es lo peor, que el peruano es cualquier cosa menos bueno”, dijo uno de los entrevistados.
Por su parte, otro venezolano radicado en Perú aseguró que muchos de sus compatriotas que llegaron a nuestro país trabajan y por ello pueden tener todo aquello que les faltaba en Venezuela. “Yo tengo dos años aquí, yo tengo todo, lo que no he podido tener allá lo tengo aquí”, aseveró.
Cabe indicar que según la Organización de las Naciones Unidas, el Perú es el segundo país de América Latina con más migración venezolana, con más de 768 mil migrantes que empezaron a llegar desde finales de 2015. El primero es Colombia con un millón 300 mil migrantes, y le siguen Chile y Ecuador.
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