La vacunación puede representar un temor para muchos niños y niñas, sin embargo, es deber de los padres no descuidarlos en ese aspecto por el bien de su salud. Según datos de una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se ha registrado una baja considerable en el porcentaje de niños y niñas menores de 36 meses con todas las vacunas completas, por lo que es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para que ellos no lo relacionen como un aspecto traumático.
En los últimos tres años, el mundo perdió los avances de más de una década en inmunización infantil, de acuerdo con UNICEF, debido a las restricciones que se dieron debido al Covid-19 y su impacto en los sistemas de salud, principalmente. Es por ello que, para revertir esta situación, se vienen desarrollando campañas de vacunación a nivel nacional, a fin de que los padres puedan inmunizar a sus pequeños y así estén protegidos contra 28 enfermedades prevenibles como la hepatitis B, la difteria, tétanos, tos ferina, neumonía, meningitis, poliomielitis, sarampión, paperas, rubéola, entre otras.
Las vacunas han logrado disminuir la mortalidad de muchas enfermedades. Pero no se debe bajar la guardia, según los últimos datos de UNICEF refiere que “se puede observar una disminución progresiva en la cobertura de la vacuna contra neumococo, con casi 160,000 niños y niñas sin la dosis completa a los 12 meses de edad, esto genera un riesgo frente a una enfermedad mortal”.
En esa línea, Adriana Tejerina, médico pediatra, comenta: “Otro ejemplo, es la meningitis por meningococo, enfermedad en la cual, el 70-90% de niños fallecían. Gracias a la vacunación, este número ha logrado disminuirse a 15-20%. Adicionalmente, la vacunación reduce la posibilidad de secuelas neurológicas como la sordera”.
En tant, la doctora Lara Mustapic, Científica Médica de Haleon Perú, refiere: “Como padres, uno siempre desea lo mejor para su hijo y busca protegerlo, por ejemplo, usando sillas para bebes en los autos, protegiendo escaleras, enchufes, abrigándolo cuando hace frío, etc. Pero uno de los cuidados más importantes y sencillos para su salud es ayudarlos a fortalecer su sistema inmune a través de la vacunación”.
La vacunación no tiene que ser un evento traumático para el niño si se emplean estrategias respetuosas desde temprana edad. El respeto hacia el niño es un derecho y la empatía una obligación. Por ejemplo, dependiendo de la edad, se podría utilizar distractores como globos y burbujas; así como posiciones que den confort y seguridad.
De acuerdo a la edad del niño, informarles que serán vacunados, explicarles el motivo y por qué es importante. Evitar mentirles sobre el dolor del pinchazo, por el contrario, explicarles que el malestar será temporal, pero que traerá beneficios para su desarrollo.
Si luego de vacunar a tu hijo(a) presenta un poco de fiebre o malestar general, no te alarmes, es común. En ese caso, para aliviar sus síntomas puedes darle un analgésico como Panadol niños. La dosis variará de acuerdo con el peso del menor y ésta debe ser precisa. Además, en caso de fiebre se recomienda vestirlo con ropa ligera, mantener la habitación fresca, así como darle un baño de agua tibia, todo ello ayudará a que baje la fiebre.
Cabe señalar que las vacunas administradas generarán anticuerpos (defensas) y así estarán protegidos contra enfermedades infecciosas. Acude al establecimiento de salud más cercano, y si perdiste alguna dosis, aún puedes ponerte al día. No es necesario reiniciar el calendario, solo continuar con las que están pendientes.
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