Con un sombrero y una colorida pollera que usa con orgullo, Soledad Secca Noa (22), una joven influencer cusqueña, decidió aparecer desde hace unos meses en las redes sociales para difundir sus tradiciones y enseñar el quechua, su lengua materna. Ya cuenta con 23 mil seguidores en Facebook y es conocida como ‘Solischa’.
Vive en la comunidad rural de Occopata, un pequeño pueblo a 20 minutos de la ciudad imperial, y estudia Antropología en la Universidad Nacional de San Antonio Abad. Cuenta que se hizo famosa por accidente, luego de publicar una foto trabajando en la chacra, acompañada de un mensaje en su idioma natal.
“No pensaba que tendría tanta acogida, pero creo que tiene que ver mucho que me muestro muy natural en los videos y siempre estoy alegre”, asegura Soledad, quien también cuenta con numerosos fans en Instagram, TikTok y YouTube.
En sus videos, la risueña ‘Solischa’ sale cocinando en su humilde casa de ladrillos y adobe, y juega con su mascota. Además, cuenta, de manera entretenida, la forma en que aran la tierra, cuidan los cultivos y qué alimentos consumen. Hasta muestra cómo se realizan las clases virtuales en su tierra.
“Trato de entender cómo vive la gente en diferentes pueblos y también sigo aprendiendo cómo vivimos aquí. Me gusta mostrar las cosas que nos hacen únicos”, comenta.
La influencer confiesa que siempre le ha gustado ponerse polleras, pero su mamá Dorotea no quería por el ‘qué dirán’. “La pollera (aquí) es sinónimo de atraso”, indicó.
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