En Lima el 80% de las construcciones son informales y/o autoconstruidas. En su mayoría estas están ubicadas en los distritos del Rímac, Barrios Altos, San Martín de Porres, Comas y otros.
Por ello, Rudolf Giese, director de Arquitectura de la Universidad de Ciencias y Artes de Latinoamérica aconsejó a los vecinos a reforzar sus domicilios con expertos y no de manera empírica, con el objetivo de evitar desgracias ante posibles terremotos.
Precisó que, en este sentido, las universidades deben convertirse en espacios de innovación en la búsqueda de soluciones arquitectónicas que permitan generar tranquilidad ante un sismo.
Giese señaló que la UCAL propone un trabajo colaborativo entre el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Ingenieros y las facultades de Arquitectura del país para que, de la mano con las autoridades políticas responsables de la ciudad, hagan un inventario del estado de las edificaciones, evalúen los inmuebles habitados y se propongan soluciones de mejora para que se puedan evitar miles de muertes.
“Debemos tener claro que la estructura de una construcción está en función al uso que se va a llevar a cabo y al tipo de suelo en donde se encuentra, por lo que es fundamental proyectarla de forma adecuada, ya que si está bien resuelta será capaz de resistir un movimiento sísmico y salvar la vida de sus habitantes”, dijo.
Añadió que las casas que están ubicadas en las laderas de los cerros permanecen en alto riesgo en caso de un sismo de gran magnitud, ya que el suelo en pendiente es inestable. El Rímac, 170 mil personas, viven de esta manera
En la zona de Barrios Altos, que forma parte del Centro de Lima con más de 281 mil habitantes, cuenta con edificaciones muy riesgosas por su mal estado de conservación y múltiples modificaciones y ampliaciones informales que han ido experimentado a lo largo de los años.
¿Cómo saber si la vivienda que estoy comprando resistirá un sismo?
Rudolf Giese recomendó verificar si la vivienda se construyó con licencia de edificación, y de ser este el caso significa que cuente con el respaldo de profesionales en arquitectura y estructuras, además de un comité técnico de colegios profesionales que validan el proyecto para su construcción. Esto garantiza que fue construido según la norma técnica, considerando que las autoridades municipales hayan cumplido con su responsabilidad de supervisar la ejecución de la obra según el proyecto aprobado.