Tras mucha presión de la opinión pública, el gobierno de Siria otorgó este jueves permiso a Naciones Unidas para entregar ayuda humanitaria a tres localidades que están sitiadas por las fuerzas leales al régimen, entre ellas se encuentra la ciudad de Madaya, cerca de Damasco.
Esta ciudad fue un punto característico para las vacaciones de la clase alta en Siria, pero en la actualidad se ha convertido en la prisión de miles de personas asediadas desde el inicio de la guerra civil.
La situación es tan crítica en Madaya durante muchos meses, las familias se han visto obligadas a sobrevivir como sea ante la terrible escasez de alimentos, medicinas o electricidad. Lo poco que aparece se vente a precios exorbitantes.
Según informa The Sun, varios en su desesperación han llegado a devorar a sus mascotas para mitigar la hambruna que asola esta localidad céntrica de Siria. Varias imágenes filtradas por las redes sociales presentan la cruda realidad de Madaya, en la que los niños lucen esqueléticos y algunos comiendo pasto de los pocos jardines que aún subsisten.
La última vez que los convoyes humanitarios lograron acceder a ciudades como Madaya, consideradas rebeldes al gobierno de Siria, se remonta al 18 de octubre pasado.
“Cuando llegaron las noticias, algunos dispararon al aire de alegría pero la mayoría de la gente espera a ver los alimentos para creérselo, puesto que sus esperanzas se vieron frustradas en varias ocasiones en el pasado”, declaró Maz al Qalamuni, una periodista de Madaya esta semana.
Una vasta campaña se desarrolló a través de las redes sociales internautas a favor del envío de ayuda alimentaria a esta ciudad. El conflicto que devasta Siria desde marzo de 2011 ha provocado más de 260 mil muertos y millones de desplazados, la mayoría hacia Europa.
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Esta ciudad fue un punto característico para las vacaciones de la clase alta en Siria, pero en la actualidad se ha convertido en la prisión de miles de personas asediadas desde el inicio de la guerra civil.
La situación es tan crítica en Madaya durante muchos meses, las familias se han visto obligadas a sobrevivir como sea ante la terrible escasez de alimentos, medicinas o electricidad. Lo poco que aparece se vente a precios exorbitantes.
Según informa The Sun, varios en su desesperación han llegado a devorar a sus mascotas para mitigar la hambruna que asola esta localidad céntrica de Siria. Varias imágenes filtradas por las redes sociales presentan la cruda realidad de Madaya, en la que los niños lucen esqueléticos y algunos comiendo pasto de los pocos jardines que aún subsisten.
La última vez que los convoyes humanitarios lograron acceder a ciudades como Madaya, consideradas rebeldes al gobierno de Siria, se remonta al 18 de octubre pasado.
“Cuando llegaron las noticias, algunos dispararon al aire de alegría pero la mayoría de la gente espera a ver los alimentos para creérselo, puesto que sus esperanzas se vieron frustradas en varias ocasiones en el pasado”, declaró Maz al Qalamuni, una periodista de Madaya esta semana.
Una vasta campaña se desarrolló a través de las redes sociales internautas a favor del envío de ayuda alimentaria a esta ciudad. El conflicto que devasta Siria desde marzo de 2011 ha provocado más de 260 mil muertos y millones de desplazados, la mayoría hacia Europa.
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