Un estudio de la ‘Annals of the New York Academy of Sciences’ señala que aprendernos coreografía elaboradas hace que nuestra sinapsis se más rápida, por ende, nuestro modo de respuesta es más elaborado que de otras personas.
Así mismo, la sociedad ‘Española de Neurología’ señala que gracias a la danza se han identificado varias regiones del cerebro implicadas en este proceso. Ya que es más complejo de lo que se pensaba hasta ahora.
El proceso sería el siguiente; el lóbulo frontal se produce la planificación del movimiento, la corteza premotora y el área motora suplementaria se encargan de nuestra posición espacial y de permitirnos recordar acciones anteriores, la corteza motora primaria envía instrucciones a los músculos, mientras que el cerebelo y los ganglios basales nos mantienen en equilibrio y permiten la sincronización del movimiento.
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De este modo, los expertos agregan que el bailar puede contribuir también a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como hipertensión, diabetes, depresión, obesidad y el estrés. Y podría disminuir el riesgo de diferentes enfermedades neurológicas como el ictus o la demencia tanto de tipo Alzheimer.
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