Keiko Fujimori apareció en los exteriores de su domicilio para pronunciarse por la nueva resolución del Tribunal Constitucional que vuelve a reconocer el indulto otorgado a Alberto Fujimori. La lideresa de Fuerza Popular exigió que su padre sea puesto en libertad, pese a la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Para Keiko Fujimori, la decisión del Tribunal Constitucional de liberar a su padre debe darse inmediatamente, pues es una segunda resolución por encima de la opinión de la Corte IDH.
“El día de ayer el TC ha emitido una sentencia firme y definitiva que termina con el bloqueo inhumano para lograr la libertad de mi padre Alberto Fujimori. En esta sentencia hace referencia que se cumpla con la resolución del año pasado y le da la orden al juez de ejecución que libere a mi padre. Recordemos que la resolución del año pasado del Tribunal Constitucional ordena su libertad inmediata. Sobre el pronunciamiento posterior que hubo de la Corte IDH a esta resolución, al haber una segunda resolución que ratifica a la primera, se entiende que no corresponde ser atendida esta opinión de la Corte IDH”, dijo.
En esa línea, la lideresa del fujimorismo aclaró que en esta situación debe evaluarse el estado de salud de su padre y no los sucesos ocurridos que lo declaran culpable o inocente.
“Mi padre es un hombre que tiene 85 años, que tiene diferentes enfermedades de público conocimiento. Lleva más de 16 años privado de su libertad y yo creo que ya es suficiente. No estamos en un debate para entender o analizar si es culpable o inocente porque hay un indulto humanitario y posterior a eso hay dos resoluciones del TC que ratifica esta decisión. Como familia, esperamos con mucha ilusión que mi padre pueda estar en casa con nosotras”, agregó.
El Tribunal Constitucional (TC) emitió un auto a través de la cual declaró improcedente una solicitud de aclaración presentada por el procurador del Poder Judicial sobre la sentencia que concedió un hábeas corpus al expresidente Alberto Fujimori.
El documento especifica que dicha sentencia “se trató de una decisión final” y fue “jurídicamente válida”, por lo cual “no cabe impugnación alguna” frente a ella.
La decisión abriría las puertas para la liberación de Fujimori, puesto que se dirige al juez de ejecución del hábeas corpus, “a fin de que proceda conforme a sus atribuciones”.
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