Arruinó su vida por no aceptar el fin de la relación sentimental con una joven madre. Un alférez de la Policía fue sentenciado a 35 años de cárcel por haber asesinado de ocho balazos a su exenamorada en un descampado, en Ventanilla.
Además, el joven policía cometió el crimen con el arma de un agente que estaba bajo su mando.
Un juez halló culpable al oficial Christian Rojas Mego del delito de feminicidio en agravio de Rosa Luz Huertas Soto, tras valorar las contundentes pruebas presentadas por un fiscal especializado en violencia contra la mujer, como videos y examen de absorción atómica practicada al culpable.
El 16 de agosto del 2024, el alférez, que estaba de servicio en la comisaría de Playa Rímac, llamó a Rosa Huertas y la citó cerca de la casa de ella, en una zona desolada en el asentamiento humano Cuatro Suyos, para sostener una conversación, pese a que la joven había puesto punto final al romance que sostuvieron.
Durante el diálogo, el policía le propuso retomar la relación amorosa. Como Rosa Huertas se mantuvo firme en su decisión y se negó a su proposición, Christian Rojas, sin piedad alguna, la acribilló causándole la muerte de forma inmediata.
A ello se suma que no habría soportado que Rosa Huertas lo denunció por violencia física y psicológica en la comisaría de Pachacútec.
En el crimen, el oficial usó la pistola de un efectivo que estaba a sus órdenes y que la tomó sin su conocimiento, aprovechando que este descansaba. Tras el hecho de sangre, el alférez regresó a su unidad policial y dejó el arma de fuego con la que acabó con la vida de su exenamorada.
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