La tarde en San Juan de Lurigancho se quebró de golpe. Una bebé de once meses, que descansaba en su cuna en una vivienda de la zona de San Hilarión, fue atacada por dos perros pitbull y murió minutos después en el hospital. El caso ha sacudido al distrito y abrió una investigación que ya dejó dos detenidos: el padre de la pequeña y la propietaria de los animales.
El ataque ocurrió alrededor de las cinco de la tarde del lunes, en el jirón Las Begonias. La menor fue hallada con heridas profundas en el rostro y la mandíbula. Sus padres la llevaron de inmediato al Hospital San Juan de Lurigancho, pero los médicos no lograron estabilizarla. El pronóstico fue fatal desde el primer minuto.
Al interior de la casa, los agentes encontraron a dos pitbull bajo resguardo de la familia. La PNP informó que los animales fueron trasladados a la Unidad Canina mientras continúan las pericias. El Ministerio Público dispuso que el cuerpo de la bebé sea derivado a la Morgue de Lima para la necropsia de ley.
La Policía confirmó que la vivienda pertenece a la abuela materna de la menor, quien sería la propietaria de los pitbull. La mujer también fue intervenida mientras se desarrollan las diligencias. Los peritos intentan establecer si ambos animales participaron en el ataque o si fue solo uno.
Horas después de conocerse la muerte de la bebé, la Policía capturó al padre de la menor. En un comunicado oficial, se indicó que será investigado por el presunto delito de exposición al peligro de persona dependiente, debido a las circunstancias en que ocurrió la tragedia dentro de la vivienda familiar.
También fue detenida la dueña de los pitbull, quien afrontará una investigación preliminar por homicidio culposo. Para la PNP, la mujer no habría implementado las medidas de seguridad necesarias para la tenencia de animales considerados potencialmente peligrosos.
La institución señaló además que tanto el padre como la propietaria de los canes habrían incurrido en responsabilidades penales, de acuerdo con la primera evaluación de la escena. La abuela de la pequeña fue intervenida y quedó a disposición de las autoridades para esclarecer su participación.
El caso está ahora en manos de la Depincri de San Juan de Lurigancho. Los agentes analizan la dinámica del ataque, el nivel de lesiones y la participación de los animales. La necropsia será clave para determinar la secuencia exacta de los hechos.
Según los primeros reportes policiales, el cuerpo de la menor presentaba lesiones expuestas por mordeduras, lo que confirma la violencia del ataque. Todavía no se sabe si ambos pitbull atacaron o si fue solo uno de ellos.
La Policía exhortó a la ciudadanía a mantener una supervisión permanente cuando hay menores de edad en viviendas donde habitan animales de razas consideradas peligrosas. También recordó la importancia de una tenencia responsable para evitar que tragedias como esta vuelvan a repetirse.
En San Hilarión, el dolor ha sido inmediato. La comunidad espera respuestas y el caso vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el control, la seguridad y la convivencia con animales de alto riesgo dentro de las casas.
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