
¡ROMPIÓ SU SILENCIO! La Policía Nacional del Perú relató ante la prensa la confesión del técnico Rubén Darío Cueva Velásquez, capturado e implicado en la muerte y atropello de Andreina Farías en San Bartolo tras presunto abuso sexual.
Según información del detenido, el pasado 14 de mayo llegaron a casa de la madre venezolana, quien había solicitado la instalación de Internet en el tercer piso, pues se iba a mudar. Ellos llegaron a las 11 de la mañana y por su buen trabajo, ella los invitó a almorzar.
Según Rubén Darío, la convencieron junto a su compañero Jean Carlos Montero Huaylinos para ir a la playa y estuvieron en San Bartolo desde las 15:45 horas hasta las 16:15. Luego, recibieron la llamada de otro servicio y se apersonaron a otra vivienda a las 17:15.

Jean Carlo, quien era el que conducía la unidad de la compañía, le propuso a su amigo dejarlo en dicha casa, mientras él y Andreina se iban a la vivienda de ella. Culminada su labor, Rubén lo llamó para que lo recoja y retornaron a la casa de la madre venezolana para seguir libando licor.

¿Qué pasó con Andreina y los técnicos?
De acuerdo la confesión del técnico capturado y relatado por la policía, a las 20:50 horas llegó a la casa de Andreina una amiga, pero al ver la situación, se retiró a las 22:10.
A las 23 horas, Rubén decidió ir a los servicios y al salir ya no encontró a la mujer ni a su compañero. Los dos estaban en el segundo piso y lo vio a él con el pantalón abajo y a ella semidesnuda.
El técnico capturado afirmó que en ese momento Andreina reaccionó y los botó de su hogar, dejando su bóxer y sus botas. Luego ambos bajaron las escaleras y ella les empezó a reclamar. En la calle y en medio de su desesperación para que no se fuguen, se agarró al auto, pero terminó siendo atropellada y murió a manos de ambos sujetos.

TE PUEDE INTERESAR
- Erick Moreno, El Monstruo: Revelan cuál fue su último escondite en Perú | VIDEO
- Choferes de cústers de empresas formales y ‘piratas’ hacen piques ilegales en Ate | VIDEO
- ¡Tragedia en Lambayeque! Niño de un año muere atropellado en terminal de combis: “¡Mi hijo, ayúdenme!”