Shayra Sandy Hernández Puza permanecerá nueve meses en prisión preventiva mientras es investigada por el secuestro agravado de un recién nacido en el hospital de EsSalud Augusto Hernández, en Ica. La decisión fue emitida por el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria Transitorio de Flagrancia, tras revisar los elementos presentados por el Ministerio Público.
El caso ocurrió el 20 de noviembre, alrededor de las 2 de la mañana, cuando la mujer ingresó a la habitación donde descansaba la madre del bebé, vestida como enfermera. Aprovechó la vulnerabilidad de la reciente cesareada y se llevó al pequeño bajo el pretexto de cambiarle los pañales.
Tras abandonar el hospital, Shayra Hernández tomó un taxi hacia Parcona, donde horas más tarde fue ubicada por la Policía Nacional junto al recién nacido. Desde entonces permanece detenida mientras avanza la investigación en su contra.
El delito imputado es secuestro agravado en perjuicio de un menor de edad. De ser hallada culpable, podría recibir cadena perpetua, según establece el Código Penal para este tipo de casos.
De acuerdo con la Policía, Shayra Sandy Hernández confesó haber secuestrado al bebé. También reveló que fingió un embarazo durante meses para sostener una mentira ante su familia. Cuando llegó a su casa, cerca de las cinco de la mañana, anunció que “ya había dado a luz”, intentando hacer creíble su versión.
Una pericia psicológica citada por el Ministerio Público determinó que presentaba un cuadro severo de depresión y una fijación persistente con un embarazo inexistente. La mujer había sido extrabajadora de limpieza del hospital, lo que facilitó su ingreso al área de maternidad sin levantar sospechas.
La detención de Shayra Hernández expuso graves fallas de seguridad en el hospital Augusto Hernández. Tras el incidente, los controles de ingreso fueron reforzados para evitar que un hecho similar vuelva a repetirse.
Mientras tanto, la acusada permanece recluida en el penal Cristo Rey de Cachiche, donde deberá esperar hasta el 19 de agosto del 2026 mientras continúa el proceso por el secuestro del bebé de apenas dos días de nacido.
El abogado penalista Mario Amoretti recordó que la ley es estricta en estos casos: basta que la víctima sea menor de edad para que la pena sea cadena perpetua. Sin embargo, precisó que eventuales condiciones mentales o una colaboración eficaz podrían modificar la sanción.
“Basta con que sea un menor de 18 años, no interesan los motivos, es cadena perpetua. Ella podrá alegar ciertas circunstancias o acogerse a una colaboración eficaz. Si hay otras personas que están implicadas en este hecho, podría rebajar la pena”, declaró en RPP.
El especialista también cuestionó el descuido del personal del hospital, al señalar que se deberá investigar cómo una persona ajena pudo sustraer a un recién nacido sin controles adecuados.
Amoretti también explicó que la prueba de ADN debió realizarse de inmediato para confirmar la identidad del menor, trámite que está a cargo de los médicos legistas. El análisis permite resolver dudas en cuestión de horas.
La familia del bebé también pidió celeridad. María Condori, hermana de la madre, solicitó que se aceleren las pruebas para asegurar que el menor recuperado es realmente el hijo de su hermana, quien seguía bajo efectos de sedantes y apenas pudo verlo.
Tras el rescate, los padres solicitaron el alta voluntaria y regresaron a su vivienda en Palpa. Ambos, madre e hijo, se encuentran en buen estado de salud de acuerdo con los médicos tratantes.
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