Seis segundos dudó la pequeña Guissel en ingresar al cuarto del evangélico Fernando Matos Páucar (37), quien la ultrajó y estranguló y luego arrojó su cadáver dentro de un costal, en una chacra de la zona de Casma, distrito de Acostambo, en Huancavelica.
Una cámara de seguridad de un hostal captó los últimos minutos de la escolar de 8 años, cuando era llevada por Fernando Matos hasta la puerta de su vivienda.
En las imágenes se aprecia a Fernando Matos que se detiene en la puerta unos seis segundos, antes de ingresar al ambiente con la niña, sin presagiar que esta sería su tumba, tras llevarla con engaños a cambio de darle una muñeca.
Tras cruzar el umbral de madera, la pequeña Guissel se sostiene con una mano de una hoja de la puerta, pero es jaloneada por Fernando Matos, quien cierra la puerta. La niña caminó con su verdugo por unas cuatro cuadras.
SU VECINITA
Fernando Matos, homicida confeso, contó a la policía que Guissel no era su objetivo. “Estaba detrás de mi vecinita que tiene 13 años, ella me gusta. Un día su mamá se dio cuenta y me reprendió”, refirió a los agentes.
ROBA DINERO
Antes de deshacerse del cuerpo de Guissel, el viernes 7, Fernando Matos robó dinero de la botica de su enamorada. Tomó un colectivo con dirección a Huancavelica y pidió al conductor que lo dejara cerca del río Mantaro.
Bajó en el sector de Casma, antes del distrito de Izcuchaca, y como pesaba el costal lo arrojó a un lado de la vía. “El río estaba lejos para llevarlo y retorné caminando hasta cierto tramo”, narró el homicida a los detectives.