Hacen llamado de emergencia. Las peligrosas mafias de cobro de ‘cupos’, integradas por venezolanos, siguen operando en Gamarra y ponen en riesgo la campaña de fiestas de fin de año.
Así lo indicó a Trome Susana Saldaña, presidenta de la Asociación Empresarial de dicho emporio comercial, tras relatar que viven una complicada situación de caos, informalidad y delincuencia.
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“Estamos abandonados por las autoridades. El ambulante que trabaja en los alrededores no está ahí de forma gratuita. Hay mafias que les cobran cupos y ¡ay del que no pague!”, manifestó.
Señaló que “estos delincuentes son los que fungen de ‘seguridad’ de los informales y son los que atacan a serenos y policías con cuchillos y armas de fuego. Además de amenazar a los formales y empresarios”.
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“Debe quedar claro que en nuestra queja no hay ningún signo de xenofobia. Somos un sector inclusivo, pero rechazamos a los malos venezolanos que vienen a delinquir al país”, precisó.
SIN AUTORIDAD
Consideró que “el principio de autoridad se ha perdido. Estamos poniendo los esfuerzos para tener las mejores ofertas, siguiendo los protocolos, pero las autoridades no colaboran con nuestra reactivación”.
“En años anteriores, en la quincena de octubre, venía un destacamento policial de 200 a 300 agentes, para garantizar la seguridad y alejar a las mafias, pero ahora eso no existe”, reclamó.
Aseveró que “para lograr la correcta reactivación económica del emporio se necesitan ciertas condiciones que no se están dando. Como vamos, recién en el primer semestre del otro año tal vez regresemos a niveles de venta de prepandemia”.
PROYECCIONES
“Las proyecciones son del 60 % a 70 %, pero no vamos a poder volver a nuestro 100 % de ganancias, en cuanto sigan así los problemas. Además, nosotros hemos pedido de todas las formas que nos aumenten el aforo al menos de las zona productivas que superen en 70 % para que eso permita que haya mayor flujo de público”, manifestó.
Este diario pudo conocer que ‘Plata o plomo’ es la frase que usarían estos hampones extranjeros contra los cientos de ambulantes, para pedirles entre 10 y 15 soles diarios, por ‘dejarte chambear tranquilo’.
Actualmente, más de 100 mil personas dependen del correcto funcionamiento del emporio de La Victoria, para solventar a sus familias.