Kenji Fujimori la tiene clara. El congresista de Fuerza Popular sabe que en cualquier momento se va a sentar "cara a cara" con su hermana Keiko Fujimori, lideresa del partido que —todavía— integra junto a sus 'Avengers'.
En una entrevista con El Comercio, Kenji ha sido directo. No se irá ni aceptará una expulsión de Fuerza Popular: “Me voy a atrincherar en la casa”.
"Hay situaciones más importantes en el país: la reconstrucción, el friaje que se viene [en referencia a la ola de frío], ahí debe estar el trabajo, no en la política pequeña. Venga lo que venga, el pronunciamiento voy a acatarlo", manifestó al diario.
Lo acusan de dividir el partido. El menor de los Fujimori cree que el trabajo que plantea no busca dividir a la bancada naranja, sino renovarla. Y para lograr eso hace falta la salida de Ana Vega y Pier Figari, asesores de Keiko Fujimori.
"FP lleva perdiendo dos elecciones. Lo lógico es que se dé una reingeniería. Este proceso pasa por dos personas que deben dar un paso al costado: Ana Vega y Pier Figari", explicó Kenji.
De un proceso disciplinario a otro. Kenji asegura que le han abierto un nuevo proceso por expresar sus pensamientos en redes sociales. "Ahora FP quiere controlar mi Twitter, mi Instagram. ¿Qué quieren? ¿Que les entregue mi clave? Esto no es Pyongyang", se pregunta.
En tanto, nuevamente rechazó "tajantemente cualquier insinuación de toma y daca por el indulto". Kenji Fujimori cree que "si alguien ha negociado algo es FP: la cabeza del presidente en bandeja de plata".
Kenji insistió en que un partido debe respetar las libertades. "No me voy a quedar callado, no me van a tapar la boca. Tampoco, tampoco. Esto no es Pyongyang", agregó.