Justine Damond es la protagonista de una insólita y confusa historia que ya es conocida en todo el mundo. Y es que la mujer de 40 años, quien estaba próxima a casarse, llamó para pedir ayuda a la policía y resultó muerta por las propias manos de quienes tendrían que haberla defendido.
Justine, que era instructora de yoga, llamó al 911 para reportar un posible asalto cerca de su casa en Minneapolis, Estados Unidos. Cuando el patrullero llegó, ella se aproximó al vehículo para dar detalles del supuesto robo.
Estaba en pijamas cuando se acercó al conductor para conversar, sin embargo, un policía que estaba sentado en el asiento del copiloto le disparó sin motivo aparente. No se encontró ningún arma en la escena.
‘En un punto, un oficial disparó su arma, impactando fatalmente en una mujer’, explicó en un comunicado la Policía del lugar. Ni la cámara del patrullero ni las que llevan los efectivos sobre el hombro captaron el fatal incidente, por lo que al momento no hay registro que grafique lo ocurrido.
‘Básicamente mi mamá está muerta porque un policía le disparó por razones que desconozco. Exijo respuestas. Si alguien puede ayudar, llamen a la policía y pidan respuestas. Estoy harto de esta violencia. Ella era una mujer apasionada. Esto debe parar’, denunció Zach Damond, el hijastro de Justine.
Por su parte, la alcaldesa Betsy Hodges afirmó estar ‘profundamente perturbada’ y se mostró extrañada ya que es difícil tener poca información a esta altura de las investigaciones. ‘Todos queremos saber más. Tengo muchas preguntas, sobre por qué las cámaras no estaban prendidas, y espero que se respondan en los próximos días’, dijo en conferencia de prensa.
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