Una historia difundida esta semana por Daily Mail conmueve a los internautas cuando ya se comienza a vivir la temporada de Navidad en todo el mundo. El protagonista es Eric Schmitt-Matzen, un ingeniero que se dedica a llevar alegría a los niños vestido de Papa Noel.
Eric narró la experiencia que le tocó vivir hace poco junto a un niño de cinco años que se encontraba internado en un hospital de Tennessee. Él estaba yendo para casa una noche cuando recibió la llamada de una enfermera de un centro médico en el cual suele colaborar por Navidad.
Ella le dijo que un niño cuyo estado era realmente grave pedía ver a Papa Noel. Como la mujer le informó que el caso del pequeño ya era terminal y no le quedaba mucho tiempo, Eric tomó si disfriaz y se fue camino al hospital para acompañar al pequeño.
Antes de entrar en la habitación la madre del niño entregó a Eric el regalo de Navidad. Al entrar se sentó junto a la cama y se rindió ante la dulzura del menor a pesar de que pronto le dijo: " Dicen que me voy a morir, cómo puedo saber cuándo será y a dónde voy a ir".
Este Papa Noel reconoce que quedó sorprendido por lo dicho por el menor y por lo débil que se encontraba ya que apenas podía abrir el regalo. Él trató de tranquilizarlo explicándole lo que ocurriría y el niño siguió preguntando "¿usted me puede ayudar?".
Eric recordó que lo abrazó, pero mientras buscaba que palabras de aliento le podría dar, su nuevo amigo murió: "lo rodeé con mis brazos y antes de que pudiera contestarle murió".
Eric confesó en la entrevista que quedó muy afectado por lo ocurrido y en un momento llegó a cuestionarse el sentido de seguir adelante con su labor como Papa Noel ante casos como este en los que uno puede terminar consumido por la impotencia.
Sin embargo, él mismo reconoce que tras asistir a otro evento por Navidad y ver la alegría de los pequeños se dio cuenta de lo importante de su trabajo.