Decenas de personas fueron atacadas por palometas mientras se bañaban en diferentes balnearios de Santa Fe en Argentina. Aunque no hay heridos de gravedad, debido al peligro que representan, las autoridades colocaron banderas rojas en las playas de la Costanera Este de la laguna Setúbal.
Quienes fueron atacados por estos peces presentaron heridas en los pies y las manos. Ellos recibieron atención médica de inmediato y terminaron siendo dados de alta.
La presencia de estos animales acuáticos ha sembrado terror en toda Argentina, quienes temen ser víctima de ellos, pero sabes qué son exactamente, cómo y por qué atacan. Para despejar estas dudas lee la siguiente información.
La palometa, también conocida como la piraña de vientre rojo o coicoa (Pygocentrus nattereri), es una especie de pez teleósteo de la familia Characidae, en el orden de los Characiformes. El macho puede alcanzar los 33,3 cm de longitud total y 3.850 g de peso.
Tiene una mandíbula prominente y una poderosa boca llena de dientes en posición terminal, lo que le permite triturar la carne. La aleta dorsal está situada más atrás de lo normal, mientras que la anal se encuentra separada de la caudal únicamente por el pedúnculo caudal.
En cuanto a la coloración, de los jóvenes, son muy plateados y con puntos negros por todo el cuerpo; a medida que van creciendo, esos puntos negros empezarán a desaparecer, la barriga tomará un color rojo intenso y el plateado se tornará más oscuro, quizás un tono verdoso o azulado. Se caracteriza por tener ojos grandes y cuerpo ovalado, pero comprimido y alto.
Come insectos, gusanos y otros peces, generalmente el pescado suele abarcar el 90% de su dieta.
Las palometas guardan similitud con las pirañas, se trasladan en cardúmenes y prefieren las zonas de aguas bajas para alimentarse. Una vez que atacan a su víctima, la muerden, destrozan y comen su carne hasta dejar el esqueleto perfectamente pelado.
Como perciben la sangre, cuando una de ellas muerde a alguien es muy probable que las otras se acerquen para atacar.
Aunque en la cuenca del Plata, las palometas normalmente son inofensivas, estas se vuelven agresoras por dos razones: para defenderse de especies corpulentas al norte del paralelo 20°S (paralelo que está 20 grados al sur del plano ecuatorial de la Tierra), ya que las aguas cálidas estimulan su agresividad y gregarismo (forma de conducta de las especies animales que viven en comunidad); y porque los yacarés y nutrias gigantes controlaban sus poblaciones al tenerlas como presas, pero al ser casi exterminados desapareció el equilibrio natural que controlaba a estos pequeños peces carnívoros.
Asimismo, debido a la ola de calor o de sequía veraniega, como el nivel de los ríos en que habitan baja, provocando que el agua se caliente más al recibir la radiación solar, atacan a bañistas en las costas fluviales de ciudades tan australes.
El ataque de palometas a bañistas de Santa Fe no es la primera vez. En 2017, una decena de personas que se bañaban en el río Paraná fueron mordidos en manos y pies.
En el verano de 2013, más de 50 personas también sufrieron el ataque de estos peces en diversas partes del cuerpo. El caso más grave fue el que sufrió una niña de 7 años, a quien tuvieron que amputarle un dedo de su mano.
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