
El mundo sigue en vilo tras los demoledores ataques de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares de Irán. Ayer, el Parlamento iraní aprobó cerrar el Estrecho de Ormuz, por donde fluye el 20 por ciento de la demanda mundial de petróleo y gas. Y el presidente persa Masoud Pezeshkian exigió a su homólogo francés Emmanuel Macron que Estados Unidos ‘debe recibir una retribución por su agresión’. En una llamada telefónica, Pezeshkian dijo: “Si usted estuviera en esa situación, ¿qué haría?”.
Desde Washington se informó que los portaaviones y buques de guerra estadounidenses en el Medio Oriente fueron alertados para intervenir en caso de emergencia. Hay decenas de ellos en el Golfo de Omán, en el mar de Arabia, el Mar Rojo, el Canal de Suez, Israel y en Grecia.
La televisión de Irán mostró ayer a Dimona, la instalación nuclear de Israel, como una velada amenaza para siguientes ataques.
En tanto, el presidente Donald Trump se burló de Teherán al decir que sus acciones les quitaron ‘la bomba de las manos’ y elogió los ataques nocturnos como un ‘éxito militar’.
Washington no comentó el cierre del Estrecho de Ormuz, una ruta fundamental para el mundo y el tránsito de petróleo más importante del planeta.
LO CONDENAN
Mientras, varios países condenaron los ataques, como China, Rusia, Arabia Saudita, Omán, Egipto, Qatar, Líbano, Chile, Bolivia, Venezuela y Cuba.
Moscú rechazó la “irresponsable decisión de someter el territorio de un Estado soberano a ataques con misiles y bombas”.
Pekín, en tanto, dijo que “las acciones violan gravemente los propósitos y principios de la Carta de la ONU y el derecho internacional”.








