Insólito. Cuando se percató que no tenía para pagar los cuatro días de lujuria y alcohol que pasó en un prostíbulo, un hombre en Colombia no tuvo mejor idea que fingir su propio secuestro y exigir dinero por su libertad a la propietaria del automóvil con el que trabajaba como chofer privado para saldar su abultada deuda.
Esta insólita historia comenzó el pasado martes 31 de enero cuando Harold Santiago Osorio Garzón, de 23 años, acumuló una deuda de 11 millones de pesos (unos 3,800 dólares) por las botellas de licor y mujeres que pidió en un prostíbulo de Medellín (Colombia), informó la fiscalía.
Tres días después, la mujer recibió un mensaje a través de WhatsApp que le decía que la persona a la que le alquilaba su automóvil había sido secuestrado y que para dejarlo en libertad y devolverle el vehículo debía pagar 15 millones de pesos (unos 5,200 dólares).
Tras negociar con el supuesto secuestrador, el rescate bajó a 13 millones de pesos y la entrega de la suma se fijó para el miércoles 8 de febrero en el barrio Belén, lugar del oeste de Medellín (Colombia) al que llegó Harold Santiago Osorio Garzón en el auto que alquilaba junto a tres de sus presuntos captores.
Sin embargo, la Fiscalía señala que cuando Harold Santiago Osorio Garzón recibió el dinero del rescate salió corriendo pero fue capturado poco después y descubrieron que sus “secuestradores” eran en realidad los trabajadores del prostíbulo en el que había pasado los últimos cuatro días.
Además, se reveló que Harold Osorio Garzón había dejado el auto que alquilaba para trabajar como chofer privado como “prenda de garantía” del pago de la deuda y que le fue prestado para ir a recoger el dinero del supuesto rescate que pretendía obtener de la propietaria del vehículo.
Ahora, Harold Santiago Osorio Garzón tendrá que arreglárselas para pagar la deuda y resolver un lío grande que tiene con la justicia: fue enviado a prisión imputado por presunto delito de tentativa de extorsión agravada, cargo que no aceptó ante el juez.
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