Entró para cazar rinocerontes, pero encontró la muerte. Un cazador furtivo murió tras ser atacado por un elefante y luego, su cuerpo fue devorado por una manada de leones. El hecho ocurrió en el Parque Nacional Kruger, al noreste de Sudáfrica.
Según El País, la desaparición fue reportada el pasado martes a la familia por conocidos de la víctima. Ante esto, un grupo de búsqueda de la policía inició con las acciones para determinar qué ocurrió.
Al final, los agentes encontraron un cráneo humano y unos pantalones el jueves. Según el comunicado oficial de Parques Nacionales Sudafricanos, los indicios apuntaban a que una manada de leones se comió los restos del hombre.
Los hombres que informaron sobre la desaparición acompañaron a la víctima al momento del accidente. Por eso, fueron detenidos y se les decomisó armas y municiones. Los tres están acusados de posesión de armas sin licencia, conspiración para la caza furtiva y de invasión del parque sin permiso.
El gerente ejecutivo del parque extendió sus condolencias a la familia y advirtió de que "entrar al Parque Nacional Kruger ilegalmente y a pie no es prudente; tiene muchos peligros y este incidente es una muestra de ello", en declaraciones recogidas por el medio británico BBC.