El mundo se remeció tras la noticia de que Corea del Norte disparó tres misiles balísticos de corto alcance desde su costa este, que pudieron llegar fácilmente a Seúl, la capital de Corea del Sur. Esto hubiera desencadenado una espiral violenta con el uso de armas nucleares en ambas fronteras. Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra tras el armisticio conseguido en 1953 que puso fin a las acciones armadas.
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Tras la confirmación del lanzamiento, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur de inmediato emitió una alerta de ataque aéreo para los residentes de una isla después de que los cohetes explosivos cayeran al mar. Horas antes, el régimen de PionYang habían amenazado a Estados Unidos y Corea del Sur con usar armas nucleares para que “paguen el precio más horrible de la historia”.
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El motivo: Ambos países realizan ejercicios militares conjuntos, que podrían incluir un simulacro de invasión a la vecina nación comunista. Hace unas semanas, el dictador Kim Jong Un había ordenado el disparo de otros misiles, pero esta vez en dirección de Japón, su enemigo histórico.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur dijo en un comunicado que Corea del Norte disparó los misiles desde su área costera oriental de Wonsan.
Uno de los misiles aterrizó en aguas internacionales, 16 millas al sur de la frontera marítima oriental de las Coreas y 104 millas al noroeste de la isla Ulleung de Corea del Sur. Por ello se emitió la alerta de ataque aéreo en la isla de Ulleung.
Los rumores de guerra aumentaron en los últimos meses debido a que Corea del Norte viene probando una serie de misiles con capacidad nuclear y adoptando una ley que autoriza el uso preventivo de sus armas nucleares en una amplia gama de situaciones. Todo esto ante una vista expectante de Rusia, sumida en la guerra de invasión a Ucrania, y de China, en franca guerra económica con Estados Unidos.
Los expertos aún dudan que Corea del Norte pueda usar armas nucleares primero frente a las fuerzas más superiores de Estados Unidos y Corea del Sur.
Corea del Norte señala que sus recientes pruebas de armas estaban destinadas a advertir a Washington y Seúl sobre su serie de ejercicios militares conjuntos que considera un ensayo de invasión, incluidos los ejercicios de esta semana que involucraron a unos 240 aviones de combate.
Pak Jong Chon, secretario del gobernante Partido de los Trabajadores y considerado un confidente cercano del líder Kim Jong Un, calificó los llamados ejercicios de la fuerza aérea “Tormenta Vigilante” como “agresivos y provocadores”.
Pak también acusó al Pentágono de formular el colapso del régimen de Corea del Norte como un objetivo político importante en una aparente referencia al informe de Estrategia de Defensa Nacional publicado recientemente por el Pentágono. El informe afirma que cualquier ataque nuclear de Corea del Norte contra Estados Unidos o sus aliados y socios “dará como resultado el fin de ese régimen”.
También criticó a los líderes militares de Corea del Sur por lo que llamó comentarios de “basura” que amenazaban con destruir a Corea del Norte si usaba armas nucleares. El ejército de Corea del Sur advirtió a Corea del Norte que el uso de sus armas nucleares lo pondría en un “camino de autodestrucción”.
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