En medio de los gritos de la gente, que le decía ‘¡Eres un maldito!’ y ‘¡Asesino!’, Jonny Coico Sirlopú (35), ‘Gringo’, regresó la tarde de ayer a la galería Nicolini, donde hace dos semanas sus empleados Jovi Herrera Alania (20) y Jorge Huamán Villalobos (19), ‘Tubito’, murieron carbonizados durante el incendio en Las Malvinas, porque los encerró con candado en un contenedor para que falsifiquen marcas de fluorescentes.
‘Gringo’, estaba esposado, tenía casco, chaleco antibalas y lo custodiaban 80 policías.
NEGÓ EXPLOTACIÓN
Fue llevado a su stand AÑ 17, en la parte no afectada de la galería. “Este es el negocio de ferretería Ecolux S.A.C., que tenía con mi esposa Vilma Zeña Santamaría. No explotábamos a la gente”, declaró a los agentes de la División de Trata de Personas.
Pero dicen lo contrario tres exempleados suyos, un menor de 17 años y dos jóvenes de 19 y 20, quienes, horas antes también acudieron al lugar con pelucas y los rostros cubiertos con lentes y una falsa barba para no ser identificados.
“Aquí llegamos para solicitar trabajo. Hablábamos con la señora y ella nos presentaba a ‘Gringo’ para que nos lleve a los contenedores” dijo uno.
Jonny Coico aseguró: “Quise salvarlos (a Jovi y ‘Tubito’), pero no pudimos subir, no nos dejaron subir”. Luego, fue llevado a la Dirincri.