Francisco Zariquiey es experto en aprendizaje cooperativo, consultor de la Fundación Sociedad de María (SM) y autor de diversos artículos y libros relacionados a este tema, entre ellos ‘Cooperar para aprender’ (Editorial SM).
El aprendizaje cooperativo utiliza la interacción social para mejorar el proceso de aprendizaje de los niños. La forma de interactuar que da mejor resultados para aprender es la cooperación en la que los niños trabajan juntos compartiendo metas comunes que, en este caso, es el aprendizaje de todos los miembros del grupo.
En muchísimas cosas. Pero voy a centrarlo en tres. Primero: genera una participación mucho más generalizada en el aula y, por tanto, tienes más niños realizando los procesos necesarios para aprender. Por eso, todos los estudios demuestran que se aprende más cuando trabajan juntos que cuando trabajan solos. Segundo: ofrece una gestión de la diversidad mucho más potente, no solamente hay niveles de autorregulación más altos dentro de los grupos, sino que los niños reciben niveles de ayuda mucho más potentes; hay niños que le entienden mejor al compañero que al profesor. Y tercero: creo que aprendiendo matemáticas o lenguaje de manera cooperativa los niños aprenden cosas más interesantes como, por ejemplo, la competencia para trabajar en equipo, negociar o resolver conflictos que van a ser vitales en su vida adulta.
Tiene que ver con el nivel de experiencia cooperativa de los menores. Cuando tienen poca experiencia es mucho mejor utilizar técnicas simples que en muy poco tiempo los chicos van a interiorizar y la dinámica va a ser eficaz. Cuando tengan mayor destreza puede convenir utilizar técnicas más complejas que al ser más sofisticadas te permiten profundizar mucho más en los procesos que van a derivar en aprendizaje de calidad. Menos experiencias, técnicas más simples; más experiencias, técnicas más complejas.
Tienen que partir de aquello que están haciendo y no inventar cosas nuevas. Es fundamental que entiendan que el aprendizaje cooperativo puede mejorar sus enseñanzas. Si los docentes utilizan tareas o actividades en el aula va a ser más sencillo incorporarla a la dinámica de clase. Otra recomendación es buscarse un compinche para cooperar, funciona mucho mejor cuando es un equipo de profesores que desarrollan esta dinámica porque mientras más maestros utilicen la cooperación, los niños desarrollarán mayores destrezas y por tanto la dinámica funcionará mejor.
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