Hace 130 años, Nueva York inauguraba en su puerto a la estatua más famosa de Estados Unidos. Desde ese momento, "Lady Liberty", con una antorcha en mano, da la bienvenida a los visitantes de la ciudad y se convierte en un símbolo del país.
Pero Lady Liberty no es americana, sino francesa. La Estatua de la Libertad tuvo inicio en la mente del diseñador francés Frederic Auguste y fue construyéndose en 1978 para ser obsequiado a Estados Unidos por haberles ayudado a su independencia cien años antes.
'Lady Liberty' se fue construyendo en París hasta ser terminada y luego dividida en 350 piezas para que puedan llegar a Estados Unidos. En 1985 llegaron 214 cajas a la isla de Bedloe en Nueva York. La estatua esperaba ser armada, pero la ciudad no tenía presupuesto para volver a formar la Estatua de la Libertad.
Preocupado porque 'Lady Liberty' podía irse a otro estado, Joseph Pulitzer, el dueño del periódico New York World inició una campaña de recaudación de fondos por toda la ciudad. En el diario, informaba y solicitaba donaciones a los ciudadanos. La colaboración llegó de todas partes de Estados Unidos y así la Estatua de la Libertad de 46 metros de altura se construyó en Liberty Island hasta ser inaugurada por el presidente Grover Cleveland.
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